A medida que se intensifica la emergencia climática, aumenta la demanda de minerales esenciales para las tecnologías de energías renovables, como los paneles solares, las turbinas eólicas y los vehículos eléctricos. Este auge plantea importantes oportunidades y retos para los países en desarrollo ricos en minerales críticos para la transición energética, especialmente para los que se enfrentan a la dependencia de las materias primas, es decir, cuando el 60% o más de los ingresos por exportación de bienes de un país proceden de ellas. Esta dependencia obstaculiza el desarrollo económico y perpetúa las desigualdades y vulnerabilidades en el África subsahariana, Sudamérica, el Pacífico y Oriente Medio, apunta un artículo de ONU Comercio y Desarrollo.
Cabe mencionar que las proyecciones de ONU Comercio y Desarrollo , basadas en datos de la Agencia Internacional de la Energía, indican que para 2050, por ejemplo, la demanda de litio podría aumentar más de un 1.500%, con incrementos similares para el níquel, el cobalto y el cobre.
Inversiones en proyectos mineros
El organismo ha identificado 110 nuevos proyectos mineros en todo el mundo, valorados en US$39.000 millones, con US$22.000 millones invertidos en 60 proyectos en países en desarrollo. Sin embargo, para alcanzar los objetivos de emisiones netas cero en 2030, la industria podría necesitar unas 80 nuevas minas de cobre, 70 nuevas minas de litio y níquel cada una, y 30 nuevas minas de cobalto.
De acuerdo con la UNCTAD, la inversión necesaria entre 2022 y 2030 oscila entre US$360.000 y US$450.000 millones, lo que podría dejar un déficit de entre US$180.000 y US$270.000 millones. Las carencias más importantes se dan en el cobre y el níquel, que representan el 36% y el 16% del déficit total, respectivamente.
Se necesita añadir valor
Los nuevos proyectos de extracción de minerales críticos que se necesitan ofrecen oportunidades a muchos países en desarrollo, “pero para aprovechar plenamente su riqueza mineral deben ir más allá del mero suministro de minerales en bruto y avanzar en las cadenas de valor. Para fortalecer sus sectores industriales, diversificar sus economías y redefinir su papel en la economía mundial, los países en desarrollo ricos en minerales críticos para la transición energética deben evitar las trampas del pasado de la dependencia de las materias primas. De lo contrario, el actual aumento de la demanda de estos minerales podría afianzar aún más las dependencias de las materias primas, empeorando las vulnerabilidades económicas mientras los beneficios siguen estando fuera del alcance de las comunidades y empresas locales”, afirman desde el organismo..
Por ello, la organización subraya el papel crucial del apoyo mundial para garantizar que tengan acceso a las inversiones y la tecnología necesaria. La ONU, por ejemplo, destaca el organismo, tiene un papel clave que desempeñar en el establecimiento de principios para la producción y el comercio justos y sostenibles de los minerales necesarios para la transición energética.
Fuente: Mundo Marítimo