Tras cuatro meses sin apagones, desde diciembre del 2023, los cortes programados de energía regresaron y con ellos también la afectación a los sectores productivos. Es el caso, por ejemplo, del camarón, el primer producto de exportación no petrolero y no minero del país, que entre enero y febrero pasado exportó productos por $ 1.006 millones.
El regreso oficial de cortes de energía temporales fue anunciado por el Gobierno el lunes 15 de abril para el martes 16 de abril y miércoles 17 de abril del 2024. Hasta hace pocos días, Ecuador recibió energía de Colombia, que el 15 de abril anunció que dejó de exportar electricidad, porque sus centrales térmicas están a su máximo potencial para abastecerse ellos.
Ante esta nueva ola de apagones, la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) explicó, a través de un comunicado, que la falta de energía en las fincas camaroneras afecta el bombeo del agua, lo que pone en riesgo las condiciones de oxígeno y la supervivencia del camarón.
Esta situación afecta también a los fabricantes de alimentos para camarón, cuya producción depende de la energía eléctrica; de la misma manera sucede con las empacadoras que requieren procesar y congelar el camarón a -18 °C, lo cual demanda considerables volúmenes de electricidad. “Este proceso es esencial para preservar la calidad del producto y cumplir con los estándares de seguridad alimentaria”, advirtió el gremio.
La CNA agregó que la interrupción del suministro eléctrico tiene repercusiones significativas en toda la cadena de producción de camarón, desde la crianza hasta el procesamiento y la exportación. “El impacto solo podrá ser calculado en su real magnitud al término de la medida; mientras tanto, la CNA mantendrá informado a su sector sobre el programa de cortes anunciado”, indicó el gremio.
Sin embargo, pese a estas dificultades, el sector se pronunció sobre la importancia de implementar esta medida, pero siempre y cuando se informe oportunamente a los ciudadanos con datos segmentados por provincias, zonas y sus respectivos horarios, para que el sector empresarial pueda reorganizar las jornadas laborales y evitar daños en los equipos de toda la cadena de valor.
Fuente: Diario EL UNIVERSO