Aunque la tendencia general de construir portacontenedores en China es muy clara, el panorama no es tan sencillo. De hecho, las diez principales navieras del mundo tienen preferencias diferentes. Al respecto, Alphaliner considera necesario destacar algunos casos:
En primer lugar, hay líneas navieras que solían ser fuertes defensoras de los astilleros surcoreanos, pero que cambiaron su lealtad a China en los últimos años. Algunos ejemplos de ellas son MSC y Hapag-Lloyd.
Se puede observar un cambio similar en el caso de COSCO Group (incluida OOCL), que se pasó a China incluso antes. No es de extrañar que la naviera china no solo intente apoyar a los astilleros de su país de origen, sino que hoy en día se centre en los constructores navales internos de COSCO Heavy Industries y en sus empresas conjuntas chino-japonesas NACKS y DACKS.
En ese sentido, el caso de COSCO es único, ya que es el único grupo del sector marítimo que no solo opera una línea naviera, sino que también astilleros.
Solo Maersk se encontraba en una situación comparable con su propio astillero en Odense, Dinamarca. En dicha instalación se construían los buques más grandes y avanzados de Maersk, pero finalmente se cerró en 2012.
Además de COSCO Group, hay otras dos líneas navieras que todavía intentan apoyar a sus países de origen:
Ocean Network Express (ONE), la rama de transporte marítimo de contenedores basada en Singapur perteneciente a las navieras japonesas NYK, MOL y K-Line, todavía apoya a los astilleros japoneses (Imabari y JMU) hasta cierto punto, pero muchos de sus órdenes más recientes también se destinaron a Corea del Sur y, por supuesto, a China.
Mientras tanto, HMM es un firme partidario de los astilleros surcoreanos e incluso intenta dividir sus órdenes entre los tres grandes constructores navales y la más pequeña HJSC.
Por último, pero no por ello menos importante, las navieras taiwanesas Evergreen y Yang Ming (y también Wan Hai Lines, que no forma parte de las diez principales de acuerdo con ranking de Alphaliner), intentan limitar su exposición a los constructores navales chinos. Las tres han intentado tradicionalmente «equilibrar» sus flotas de buques en términos de origen, con órdenes repartidas entre Taiwán, Corea del Sur, Japón y, en menor medida, China. Esto se debe claramente a las tensiones geopolíticas en la región y a los esfuerzos de las compañías por «jugar a lo seguro».
Con el único gran grupo de astilleros de Taiwán, CSCB, aparentemente menos competitivo en estos días, la mayoría de las órdenes recientes de Taiwán se han dirigido a Corea del Sur y Japón.
Fuente: Mundo Marítimo.