Los primeros meses del 2025 desafían desde ya a los empresarios, ya que podrían enfrentar un impuesto del 2,5 % sobre la Salida de Divisas (ISD). En la actualidad, lo pagado por este tributo (del 5 %) se recupera como crédito tributario, pero esa opción dejará de estar disponible a partir del nuevo año debido a una decisión de la Corte Constitucional. El organismo declaró inconstitucional la Ley de Fomento Ambiental, que permitía la implementación de este beneficio.
El cambio en el ISD se sumaría a los problemas ya existentes derivados de la crisis energética y la inseguridad, los cuales han contribuido a una reducción del 1,5 % en las ventas totales hasta septiembre de 2024.
Se estima que el costo anual para todas las empresas que importan materia prima y bienes de capital será de unos 340 millones de dólares. Esta cifra, calculada por Andersen, está basada en la información de importaciones proporcionada por el Banco Central del Ecuador (BCE) y las recaudaciones del Servicio de Rentas Internas (SRI), explica Francisco Briones, exdirector del SRI, pero hoy economista y socio de esta firma asesora legal.
Ante este escenario, la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) y la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), han iniciado ya un diálogo con el Gobierno, para evitar a toda costa que este impuesto se efectivice y que logre afectar con ello el costo de producción y la competitividad a nivel internacional. La vía que se analiza es la emisión de un decreto ejecutivo. Con ello, dice Francisco Jarrín, presidente de la CIG y de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador, el tributo se reduciría a cero. Sería la alternativa más inmediata, pues para que el pago del ISD se convierta nuevamente en crédito tributario, es necesario presentar un proyecto de ley en la Asamblea Nacional.
Las subpartidas afectadas
Hasta diciembre de este año, se mantiene vigente un listado de 3.859 subpartidas cuyo pago del ISD en sus importaciones es totalmente reconocible como crédito tributario para el pago del Impuesto a la Renta, situación que cambiaría en 2025. Estas subpartidas representaron, en 2023, aproximadamente 14.060 millones de dólares en importaciones de materias primas, bienes de capital y bienes de consumo, de los cuales el 85% correspondieron a productos farmacéuticos y productos alimenticios, según la CIG.
Esperamos que tras las reuniones con el Gobierno, mediante un decreto el pago por el ISD sea 0 para bienes de capital y materias primas. Estamos dialogando, indica Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil
Los impactos serán inmediatos y, en múltiples casos, trascenderán a la afectación en la estructura de costos, especialmente para los sectores exportadores. “Ya que en los mercados internacionales, incluso 1 centavo adicional en el costo puede implicar ceder el espacio ante el resto de competidores internacionales”, señaló la CIG. Pese a esto, Jarrín consideró que no necesariamente esto hará que Ecuador pierda puesto en el ranking de competitividad. El último dato del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial es de 2019, año en el que Ecuador ocupó el puesto número 90 de 140 países. “Ese indicador depende de múltiples factores y variables como para justificar que el movimiento de una tasa impositiva de un determinado impuesto pueda cambiar por sí sola la posición en algún ranking, a pesar del efecto en competitividad que sí puede tener”, remarcó Jarrín.
De no evitar el tributo, las empresas deberán evaluar si pueden trasladar al cliente final el costo adicional que representaría el nuevo esquema respecto al ISD (lo que generaría una afectación a los consumidores e incluso a otras actividades económicas en el caso de empresas proveedoras de algún insumo o producto intermedio), o si deberán asumir el costo adicional debido a una importante sensibilidad al precio por parte de sus clientes finales, señaló Jarrín.
Aunque es difícil cuantificar el impacto inmediato de esta medida y tomar una decisión empresarial al respecto, ya que se afecta a una amplia variedad de sectores y actores, y aún no se dispone del listado de subpartidas que contarán con la tarifa preferencial.
El ISD nació para evitar que se saquen los dólares, luego se volvió recaudatorio y el pago de ahora puede ahuyentar la inversión extranjera y hace que perdamos competitividad, manifiesta, Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.
Cabe señalar que, incluso con la tarifa preferencial propuesta (dejando de lado la tarifa del 0 % vigente para el primer trimestre de 2025 y aplicable únicamente a las subpartidas del listado por emitirse), esta implica una carga fiscal para la actividad productiva.
El costo para la inversión
Por el ISD se pagaría 2,5 % para materias primas y 5 % para bienes de capital. Esto incrementará el costo de producción. “Es un escenario que también ahuyenta la inversión extranjera”, comentó Miguel Ángel González, presidente de CCG.
Añadió que es un impuesto perjudicial, un golpe para la competitividad y para las exportaciones. Ahora se espera el listado para conocer en detalle qué producto importado pagará 2,5 %.
Fuente: Diario EXPRESO