El pasado 29 de noviembre de 2024, el programa “Sembrando Vida” de DP World Ecuador registró un hito al alcanzar la siembra de 250.000 plántulas de mangle rojo, marcando así el cierre de la primera fase del plan de siembra de este programa. Desde el inicio de operaciones del Puerto de Posorja, la empresa impulsó jornadas voluntarias de siembra entre sus colaboradores y aliados, así como siembras tecnificadas lideradas por la comunidad, en zonas estrechamente vinculadas con los manglares, como El Morro y la Isla Puná.
Desde entonces, el programa ha estado en constante crecimiento. Lo que inició como un compromiso se volvió parte de la identidad empresarial de DP World Ecuador. En efecto, esta iniciativa se enmarca en la robusta estrategia de sostenibilidad “Nuestro Mundo, Nuestro Futuro” y el Plan de Descarbonización de la empresa a nivel global, cuyo objetivo consiste en la reducción en un 42% de las emisiones de Alcance 1 y 2 para el año 2030 y las emisiones netas de carbono para 2050.
La jornada más reciente de siembra agrupó en El Morro a más de 150 voluntarios —incluyendo colaboradores de la compañía, autoridades locales, empresas aliadas, medios de comunicación, asociaciones y miembros de la comunidad— quienes se involucraron activamente en el terreno fangoso para la generación de nuevos ecosistemas de manglar.
Es así como el programa alcanzó un nuevo hito: la siembra total de 250.000 plántulas en 105 hectáreas, el equivalente a cinco veces el tamaño del Malecón 2000 de Guayaquil. Estas cifras reflejan el éxito de la iniciativa, pero no sólo por su magnitud, sino también por su impacto para el medio ambiente.
Los manglares son importantes para la restauración de los ecosistemas porque producen grandes cantidades de oxígeno y almacenan grandes cantidades de carbono. Su capacidad de absorción es de hasta 10 veces superior a los bosques. Con esta iniciativa, DP World Ecuador ha realizado varios estudios científicos que valían que se ha logrado la captura de 50.719 toneladas de carbono.
Comunidades de Guayaquil como Posorja, El Morro y la Isla Puná son poblaciones que dependen de la pesca y la extracción sostenible de productos del manglar, como cangrejos y conchas, para su sustento diario. Es por ello que, este programa registra a más de 160 beneficiados directos de agrupaciones pesqueras, propias de la zona de influencia del puerto.
La siguiente fase consiste en continuar con la conservación de todo lo sembrado, para lo cual la empresa trabajará en conjunto con agrupaciones locales. En efecto, la empresa ha venido trabajando activamente en el desarrollo de talleres para emprendedores y miembros de la comunidad para la siembra y el cuidado adecuado del manglar.
Esta iniciativa sigue creciendo. Recientemente, se firmó un convenio de cooperación con Conservación Internacional, reconocida ONG dedicada al cuidado del planeta, a fin de maximizar el impacto de este programa y seguir fortaleciendo a las comunidades y a la mitigación del cambio climático.
Fuente: Mundo Marítimo