La Autoridad del Canal de Panamá considera que deberá invertir unos US$1.600 millones y tardará al menos seis años en construir un nuevo embalse en el Río Indio para atender la demanda de agua dulce para consumo humano y para la operación de la vía interoceánica, la que ha debido restringir el número de tránsitos de buques y su nivel de carga desde el año pasado producto de la sequía.
El proyecto estaba frenado por la Ley N.º 20 de 2006 que impedía al Canal de Panamá extender los límites de su Cuenca Hidrográfica. Sin embargo, un fallo judicial declaró inconstitucional dicha norma, ampliando los límites de la cuenca establecidos en una ley anterior que había sido derogada. “Este hecho de tener una definición de cuenca le trae al Canal de Panamá una certeza territorial con la cual no contábamos”, destacó el administrador de la vía, Ricaurte Vásquez, en una conferencia de prensa.
Sin embargo, la Autoridad del Canal de Panamá requerirá alcanzar acuerdos con unas 200 comunidades, con cerca de 12.000 pobladores, que habitan en la cuenca del Río Indio, la que abarca uno 580 kilómetros cuadrados. “[La obra] va a depender mucho del trabajo comunitario que se desarrolle con las personas y moradores que están en las áreas que podrían ser afectadas”, reconoció Vásquez.
“Lo importante es que más allá del Canal de Panamá, estos reservorios son requeridos para asegurar que los panameños tengamos agua para tomar», subrayó el administrador en referencia a Río Indio. “Pero eso hay que hacerlo consensuado con las comunidades, hay que llegar a cierto nivel de entendimiento», recalcó.
Además, enfatizó que “nosotros no vamos a proceder con la construcción hasta estar seguros de que todos sean escuchados”.
La subadministradora del Canal, Ilya Espino de Marotta, estimó que las conversaciones para un acuerdo con esas comunidades podrían extenderse hasta un año y medio y que la construcción del reservorio entre tres y cuatro años. Es decir, que si se cumplen esos plazos en unos seis años panamá sumaría un nuevo embalse que complementará a los lagos de agua dulce, Gatún y Alajuela, que abastecen las operaciones del canal y el consumo de más de dos millones de panameños.
De los US$1.600 millones estimados que costará la obra, unos US$1.200 millones corresponden a su construcción, mientras que otros US$400 millones se destinarían a la atención de las comunidades afectadas, entre otros aspectos, según Vásquez.
La Autoridades del Canal de Panamá ha advertido que, de no hacerse nada en diez años, podría verse seriamente comprometido el recurso hídrico necesario para el canal y el consumo humano.
Un aspecto legal clave
Cabe mencionar que la Ley No. 28 del 17 de julio de 2006, sobre la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, establece en su artículo 2 que “no se construirán embalses para el funcionamiento del tercer juego de esclusas”.
Sobre aquello, Vásquez mencionó que “la operación del tercer juego de esclusas funciona sin ningún reservorio multipropósito (embalse), así que la operación del Canal de Panamá, incluido el tercer juego de esclusas, ya está satisfecha, a los niveles que se pueda operar, dependiendo del régimen de lluvias”.
Sin embargo, queda en duda si se va a poder contar con el agua suficiente en los lagos de Gatún y Alajuela para satisfacer las necesidades de agua de la población, a largo plazo, lo cual, según la ACP, avala la legalidad del proyecto de construcción del embalse el río Indio, al destinarse sus aguas al consumo humano, sin tener que derogar la mencionada Ley No. 28.
Fuente: Mundo Marítimo