La Organización Marítima Internacional (OMI) tiene como objetivo que, para 2030, al menos el 5% de la energía utilizada en el transporte marítimo provenga de combustibles con emisiones de gases de efecto invernadero próximas a cero, con aspiraciones de llegar al 10%. Sin embargo, según Niels Rasmussen, analista jefe de Transporte Marítimo de BIMCO, solo el 1% de los buques graneleros, portacontenedores y tanqueros están actualmente preparados para utilizar estos combustibles, y la disponibilidad de los mismos es limitada.
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