Después de la crisis que afectó al sector portuario durante la presente década (aparentemente ya superada), la cual nos dejó amargas experiencias como consecuencia de la indiscriminada ampliación y proliferación de terminales, debemos evitar que continúe el sobredimensionamiento y más bien dedicarnos a trabajar en las aún deficientes logística y conectividad interna.
Haciendo referencia al sector portuario chileno, pero con aplicación para América Latina toda, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril aseguró el mes pasado que la competitividad debe fortalecerse desde los puertos hacia el interior del país. “En general, un gran desafío que tiene el sector portuario es todo lo que implica la logística desde los puertos hacia tierra adentro, acceso a los puertos, las líneas ferroviarias, todo lo que es el tema intermodal. El desafío de competitividad, de reducción de costos, lo tenemos del puerto a la tierra”, indicó el líder gremial en diálogo con PortalPortuario.cl.
Por otro lado, la parte introductoria del flyer del Latin America Ports Forum a realizarse en Panamá los días 11 y 12 de abril bajo la organización de Industry Exchange y con el apoyo de Latinports, dice: “El negocio portuario se encuentra en pleno proceso de transformación, adaptándose a las corrientes de cambio que llegan desde los distintos sectores que componen la cadena logística”
Es así como el gran desafío del sector portuario es mejorar la logística de transporte interno, donde tantas falencias existen en los puertos de la región. Por tanto, si queremos ser competitivos en nuestro comercio exterior, autoridades y sector privado deben trabajar de la mano para lograrlo y ese debe ser el reto para el trienio 2018-2020. De ahí que Latinports continuará en su infatigable labor de concientizar al sector público-privado sobre la necesidad de priorizar la logística sobre el crecimiento del sector portuario, pues este último se está sobredimensionando mientras el resto de la cadena logística interna sigue rezagada.
Esto nos lleva a destacar la noticia de que el saliente gobierno de Chile decidió que el tan mentado Puerto a Gran Escala PGE (o mejor dicho, la Red Logística de Gran Escala, como la redefinió el gobierno) no sea un nuevo puerto entre Valparaiso y San Antonio como se concibió en un principio (ilógica competencia adicional para ambos puertos y sus terminales, muchas veces criticada por Latinpors), sino la ampliación por etapasde uno de ellos (el de mayor profundidad, área de expansión, conectividad y cercanía a Santiago) lo cual permitirá optimizar la logística terrestre con tiempo suficiente antes de que la mega obra se concluya totalmente 20 años después de iniciada. Como bien observó el gerente de la División de Terminales Portuarios de la importante operadora Saam “este proyecto da tiempo para mejorar toda la cadena logística, ya que desde la perspectiva de la infraestructura portuaria hay capacidad suficiente para satisfacer la demanda por los próximos 10 a 15 años”. En nuestro concepto el desarrollo de las etapas en que está concebido el proyecto debe ajustarse periódicamente de acuerdo con las necesidades reales del país, evitando que sea una camisa de fuerza que eventualmente lo convierta en un nefasto elefante blanco.
Ahora bien, desde otro punto de vista, la Asociación Nacional de Agentes Navieros, Asonave, se pronunció (como tiempo atrás lo había hecho la Cámara Marítima y Portuaria) sobre lo innecesario de dicho proyecto por considerarlo “una inversión gigantesca que generaría un crecimiento excesivo de la oferta portuaria en un solo punto, en desmedro de un crecimiento gradual de la oferta, en concordancia con la demanda”, así como que “esta oferta adicional afectará la viabilidad de los demás puertos de la región, creando una tensión de precios que podría llevar a su desaparición como unidades productivas”. Recalcó el dirigente que “la cuantiosa inversión realizada por Puerto Central, que creó un terminal para naves de contenedores en San Antonio, complementada con la extensión del frente de atraque construida por el Terminal Pacífico Sur y la proyectada construcción del Terminal 2 en Valparaíso, entregan frentes de atraque para naves Post Panamax en cantidad suficiente para cubrir la demanda que se pueda proyectar en las próximas décadas, haciendo innecesario destinar recursos a un PGE, los cuales estarían utilizados más eficientemente en las mejoras de las vías de acceso y salida desde estos terminales, punto clave para aumentar la productividad de la cadena logística del comercio exterior”.
Como esta situación chilena se parece a la del Golfo de México (sobredimensionamiento de Tuxpan, en detrimento de Veracruz y Altamira, ambos en proceso de ampliación) y otras en la región, ojalá varios megaproyectos portuarios (algunos de ellos sin sentido) sean reconsiderados. De por sí, el gobierno nicaragüense está contemplando desechar el para nosotros absurdo megaproyecto de Canal Interoceánico para concentrarse en un proyecto portuario de aguas profundas en el caribeño y remoto Blufields, aprovechando que está próximo a finalizar el proyecto vial que lo conectará con el Pacífico. “Rectificar es de sabios”.
Fuente: Latinports
