China, el principal importador de petróleo del mundo, comenzará el 2019 comprando poco o nada de crudo de Estados Unidos a pesar de una tregua de tres meses en la guerra comercial entre las dos naciones, con costos de flete relativamente altos e incertidumbre política que asfixian la demanda, informa Reuters.
Estados Unidos- que se convirtió en el principal productor de petróleo de este año, así como su producción de esquisto alcanzó niveles récord- continuará manteniendo solo una porción del mercado chino, incluso cuando una nueva capacidad de refinación comience en el país asiático.
También sugiere que es poco probable que China utilice las compras de crudo para ayudar a cubrir una brecha comercial cada vez mayor con los Estados Unidos, que sigue siendo una fuente central de tensiones entre las dos principales economías del mundo.
El déficit comercial de EE. UU. Con Pekín alcanzó un récord de US$43.000 millones en octubre, ya que sus empresas almacenaron stocks de China para evitar el aumento de los aranceles que podrían comenzar el próximo año.
«Las compañías chinas tienen pocos incentivos para comprar crudo de Estados Unidos debido a la amplia disponibilidad de suministros de crudo de Irán y Rusia en la actualidad», dijo Seng Yick Tee, analista de la consultora con sede en Beijing SIA Energy.
«A pesar de que la tensión comercial entre China y los Estados Unidos se ha desactivado recientemente, los ejecutivos de las compañías petroleras nacionales dudan en obtener crudo estadounidense a menos que se les diga que lo hagan», agregó el analista.
China detuvo las importaciones estadounidenses de petróleo en octubre y noviembre después de que se intensificara la guerra comercial. Reanudó algunas importaciones en diciembre, pero compró solo 1 millón de barriles, una porción diminuta de los más de 300 millones de barriles de las importaciones totales, según los datos de Refinitiv.
Las refinerías chinas que solían comprar petróleo de los Estados Unidos regularmente decían que no habían reanudado las compras debido a la incertidumbre sobre las perspectivas de las relaciones comerciales entre Washington y Pekín, así como el aumento de los costos de fletes y los bajos márgenes de ganancias para la refinación en la región.
Los costos del transporte de crudo de EE. UU. con destino a Asia en supertanker se triplican con respecto al petróleo del Medio Oriente, según los datos de Refinitiv Eikon.
Fuente: MundoMarítimo