Pese a que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) busca dirigir al país a un rumbo de crecimiento, los próximos años el crecimiento será bajo y hasta habrá decrecimiento. Así se puede ver en las perspectivas económicas que se publicaron en el artículo IV del Fondo, emitido la semana pasada. Según esas proyecciones, 2019 terminará con un crecimiento de -0,5%; en 2020 se crecerá al 0,2% y en 2021, un 1,2%. Los años 2022 y 2023 habrá un alza del PIB de 2,7% y 2,3%.
Para Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, es preocupante que haya metas tan bajas de crecimiento en estos años. Asegura que en 2019 tendremos una recesión. Pese a que indudablemente es un ajuste lo que vivirá Ecuador, para Pozo se debería pensar en buscar ingreso de divisas a través de inversión y así moderar los efectos del ajuste. “Ecuador tiene una economía pequeña que con $ 9.000 millones o $ 10.000 millones de inyección de capital se puede reactivar”.
Por ello, propone que se presente una ley de incentivos para la atracción de capitales. Explica que existen capitales ecuatorianos en el extranjero por unos $ 30.000 millones.
Pozo explicó que el país tendrá un problema para fijar mayores ingresos. Sostuvo que, por ejemplo, habrá esta contracción este año, y tomando en cuenta que habrá menos liquidez, más desempleo, y que los bancos bajarían sus niveles de crédito, ir hacia una elevación del IVA no sería tan recomendable. “Sería apretar demasiado la economía”, dijo. También reconoció que la teoría y la práctica dicen que la recaudación debe sustentarse más bien en tributos directos, antes que en los indirectos. Sin embargo, los segundos serán ahora, según la Carta de Intención, los que el Gobierno busque ampliar.
De otro lado, Yuri Parreño, viceministro de Producción, anunció que en tres semanas estaría listo un primer borrador de la Ley de Fomento II, que se entregará a la mesa chica del Gobierno.
Fuente: ElUniverso