El impacto a corto plazo de la crisis sanitaria del coronavirus es un fuerte golpe para los volúmenes mundiales de movilización de contenedores y para los ingresos de las navieras. Drewry al proyectar esta crisis espera que el impacto a mediano plazo sea manejable siempre que la propagación del virus sea contenida.
El transporte marítimo de contenedores no está tan expuesto a los problemas del coronavirus como las aerolíneas o el turismo, pero el impacto a corto plazo es evidente. Datos obtenidos por Drewry con los operadores portuarios chinos indican que los volúmenes se redujeron en un 20-40% en las tres semanas del 20 de enero al 10 de febrero.
Drewry al tomar posición en cuanto al desarrollo de esta crisis estima que hay probabilidades de que el virus puede contenerse con bastante rapidez y que, en el balance, el resultado no será devastador.
Escenarios
Antes de la reciente escalada de casos fuera de China, los pronósticos económicos ya estaban rebajando las predicciones de crecimiento del PIB en unos 0,2 a 0,8 puntos. Sin embargo, la rápida evolución de la historia significa que la mayoría de los pronósticos económicos y comerciales se volverán rápidamente redundantes y tendrán que ser recalibrados. Por lo tanto, tal vez sea más informativo pensar en términos de escenarios para tener una idea amplia de los posibles resultados. Drewry considera tres posibles, siendo el actual pronóstico de referencia el Escenario B.
Escenario A (optimista)
Para Drewry este sigue siendo un posible escenario porque el aumento de nuevos casos fuera de China podría ser un error estadístico. Pero, incluso, en este escenario tan optimista es difícil ver cómo el mercado de contenedores puede salir completamente ileso.
Aunque todos los puertos chinos, excepto el de Wuhan, han permanecido abiertos, no están operando a plena capacidad y sufren escasez de personal derivada de las restricciones de viaje y las medidas de cuarentena. Los prolongados cierres de fábricas también han limitado el movimiento de las cargas destinadas a esos puertos y cuando se publiquen finalmente los datos mensuales sobre el rendimiento de los puertos habrá un déficit importante.
Incluso teniendo en cuenta el esperado paquete de estímulo del gobierno chino que debería estimular una mayor movilización de contenedores a partir del 2º trimestre de 2020, podría no ser suficiente para recuperar todo el terreno perdido a partir del primer trimestre de 2020, previéndose una ligera disminución del rendimiento portuario global anual de aproximadamente el 3% realizado en diciembre.
Pero sea cual sea el resultado, COVID-19 (como se denomina al coronavirus) ha expuesto la fragilidad de las cadenas de suministro mundiales que dependen excesivamente de una sola fuente de fabricación. Drewry estima que las navieras buscarán ampliar sus opciones de abastecimiento como una forma de seguro.
Escenario B (Base de Drewry)
En parte, que este escenario sea el pronóstico de referencia de Drewry es porque la tasa diaria de casos confirmados parece estar disminuyendo en China, lo que sugiere que las medidas de cuarentena están funcionando, aumentando con ello la probabilidad de que se reanude la actividad económica normal antes del segundo trimestre de 2020. Pero a medida que aparecen más casos fuera de China el problema podría pasar a los principales centros de consumo de Europa y América del Norte.
Sin embargo, en cuanto el virus se acerque a las ciudades occidentales, el nivel de temor aumentará naturalmente y la confianza de los consumidores se verá afectada. Queda por ver si otras naciones aplicarán estrictas medidas de cuarentena (Italia ya lo ha hecho en algunos lugares) pudiendo provocar bloqueos similares en la cadena de suministro.
Si el virus se está desplazando efectivamente más allá de China, parece probable que las previsiones económicas tengan que recortarse de nuevo, ya que la gravedad viene dictada por el alcance del brote y la capacidad de los países afectados para contenerlo.
En esta hipótesis, las navieras no tendrían más remedio que ampliar sus planes de reducción de la capacidad y, en el extremo de este resultado, considerar medidas adicionales, como el mantenimiento de la reserva y desguaces más drásticos, además de programar más itinerarios en blanco.
Las tarifas de flete no se beneficiarán de la bonanza de la fiebre de la carga del Escenario A y en su lugar seguirán tendiendo a la baja hasta que la situación se calme, lo que ejercerá una presión significativa en los ingresos navieros.
Escenario C (negativo)
Pese a tomar al escenario B como referencia, Drewry duda en aceptar completamente las estadísticas oficiales chinas al pie de la letra, ya que son muy discutidas por algunos expertos que dicen que el número de casos podría ser 10 veces mayor. En este probable escenario de desastre, los casos se dispararían a medida que la gente comience a congregarse y a viajar más libremente una vez más, lo que llevaría a un rápido retorno a la política de cuarentena y a más interrupciones de la producción.
Si esto se combina con una importante propagación del virus fuera de China, las corrientes comerciales se verían interrumpidas tanto en los extremos de producción como en los de consumo, con pocas posibilidades de planes de contingencia. Es un escenario de pesadilla, pero que no se puede descartar por completo debido a la naturaleza desconocida del virus.
Es muy probable que se produzca una recesión económica mundial con el potencial de reducir significativamente los flujos de contenedores. En este escenario Drewry prevé una prolongada caída de las tarifas de flete y un elevado riesgo de quiebra de navieras. Para evitar esta perspectiva, el sector se vería obligado a revisar el libro de jugadas del colapso financiero de la década anterior y a emprender una retirada de capacidad a gran escala con detenciones de partes amplias de la flota activa y desguace masivo.
Para Drewry el mercado de contenedores parece que va a sufrir como consecuencia del coronavirus, pero actualmente hay demasiada incertidumbre para predecir con seguridad el resultado. Para la consultora es de esperar que pronto se adquieran más conocimientos que permitan a los países recorrer un camino que proteja tanto la salud pública como la economía mundial.
Fuente: Mundo Marítimo