Por: Redacción CAMAE
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El crecimiento económico de China se está moderando y se prevé que sea del 6,2 % en 2019. En su última evaluación anual de la economía de China, el Fondo Monetario Internacional descubrió que la calidad del crecimiento había mejorado de tres maneras en 2018. Primero, el ritmo de acumulación de deuda se había ralentizado.
En segundo lugar, el sistema financiero está mejor regulado y supervisado. Finalmente, el superávit en cuenta corriente ya no es excesivo. Pero las tensiones comerciales nublan las perspectivas, y las reformas deben profundizarse para que este progreso continúe.
Después de desacelerarse el año pasado, la acumulación de deuda se aceleró en el primer trimestre de 2019. Al evitar nuevas medidas de estímulo, China ayudaría a controlar el ritmo de la acumulación de deuda. Sin embargo, algún estímulo fiscal modesto sería apropiado para compensar el impacto negativo en la economía de los aranceles más altos de los EE. UU. sobre los productos chinos.
El FMI da cinco recomendaciones para blindar a la economía de China.
Acelerar la apertura
A pesar de la apertura gradual al comercio exterior y la inversión, China sigue siendo menos abierta que otras economías de mercados emergentes del G20 en servicios e inversión extranjera directa.
Un acuerdo con los Estados Unidos tiene el potencial de apoyar el sistema de comercio mundial, y también podría beneficiar a China al abrir aún más su régimen de comercio e inversión extranjera y lograr otras reformas estructurales que mejoren la competencia.
Fortalecer el marco de préstamos externos
Los préstamos de China fuera del país, como a través de la Iniciativa Belt and Road, tienen el potencial de aportar beneficios significativos a los países socios. Un marco de préstamos que promueva una mayor coordinación, cooperación y transparencia ayudaría a maximizar los beneficios de los préstamos externos de China para los países socios y para la propia China, por ejemplo, al dirigir el financiamiento a proyectos de infraestructura muy necesarios, fortalecer el comercio bilateral y profundizar las cadenas de valor mundiales. .
Tomar medidas para ayudar a garantizar que el superávit en cuenta corriente permanezca bajo control
China avanzó en la reducción de los desequilibrios externos durante varios años, y su tipo de cambio en 2018 estuvo en línea con los fundamentos. Sin embargo, se necesitan esfuerzos continuos para abordar las distorsiones que fomentan el ahorro excesivo de los hogares, así como para impulsar aún más el consumo. Esto también aumentará el bienestar de los ciudadanos chinos, que gastan menos en consumo que los de otros países con niveles de ingresos similares.
Abordando vulnerabilidades
China debería mantener el rumbo en la implementación de las reformas regulatorias financieras planificadas, recaudar capital en bancos más pequeños y controlar el rápido crecimiento de la deuda de los hogares. El límite del servicio de la deuda al ingreso (actualmente el 55 %) debe ajustarse a las normas internacionales del 30 al 50 %, aplicarse a todas las obligaciones de la deuda, incluidas las de entidades no bancarias, y utilizarse más activamente para mejorar la efectividad del préstamo, por ejemplo, restringiendo el uso de préstamos no garantizados para el pago inicial de la hipoteca.
Aumentar el papel del mercado en la economía
Al abrir más sectores a la competencia privada y extranjera y reducir la proporción de crédito que se destina a las empresas estatales, China podría elevar significativamente la productividad y el crecimiento potencial. Eliminar las garantías implícitas y endurecer las restricciones presupuestarias para las empresas estatales mejoraría la asignación de crédito y limitaría su ventaja para acceder al crédito.
