Para el sector de portacontenedores el mercado parece mucho más prometedor para el tercer trimestre que lo que fue para el segundo. Con la demanda volviendo al mercado y las tarifas de flete aumentando, especialmente en la ruta Transpacífico, las líneas navieras tienen la esperanza de que pueden atender esta ola de demanda hasta la denominada «Semana Dorada» en octubre, detalla el Shipping Special Report de julio de S&P Global Platts.
Con una disminución de las cancelaciones de servicios y un aumento de la demanda en casi todas las principales rutas marítimas, ya que las restricciones por cuarentenas siguen aminorando, hay algo de optimismo por el lado naviero en esta etapa.
Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los expedidores, ya que se preparan para una recesión global que se espera haga palidecer la crisis financiera de 2008. En este escenario, se encuentran atrapados entre las altas las tarifas de flete, la pérdida prevista de confianza de los consumidores y una posible segunda ola de contagio asociado a rebrotes de coronavirus y las consecuentes cuarentenas.
Lecciones de la pandemia
Al comienzo del segundo trimestre, el mercado de fletes estaba preparado para los cierres de puertos, la falta total de carga y las grandes preocupaciones financieras. Pero esto no llegó a suceder, al menos al nivel que se temía inicialmente.
La demanda de carga disminuyó significativamente, como se ha visto en todo el mundo, con la entrada en vigor de medidas de cuarentena y el cierre de tiendas para capear la tormenta. Pero a medida que éstas se han suavizado en gran parte del mundo, el comercio se ha recuperado, lo que ha dado lugar a un volumen mucho mayor de contenedores transportados en las últimas semanas. Esto ha llevado a algunas navieras a aumentar sus tarifas y también a reponer algunos servicios que habían sido cancelados anteriormente.
Estos primeros pasos hacia la recuperación son tentativos y aún existe mucha incertidumbre respecto a cuánto tiempo permanecerán las tiendas abiertas en caso de un segundo peak de infecciones y la posterior reimposición de restricciones. A pesar de esto, se han reabierto las cadenas de suministro y los volúmenes están empezando a aumentar en rutas clave.
«La imagen es ligeramente mejor de lo que era, y el segundo semestre del año se ve en realidad bastante [un poco] más prometedor para las navieras – tal vez veamos una recarga por temporada alta después de todo, pero sólo unos meses más tarde de lo que esperábamos», proyectó un freight forwarder basado en el Reino Unido.
Los impactos de una segunda ola
La mayor preocupación de todos los actores del transporte marítimo de contenedores son las posibles consecuencias de una potencial segunda ola de infecciones y cuarentenas en Asia septentrional. Los volúmenes de carga bajaron significativamente durante el segundo trimestre del año, y se teme que más cuarentenas puedan producir lo mismo en el segundo semestre.
En el transcurso de marzo a mayo, los meses más duros previo a la disminución de las restricciones por cuarentenas, las importaciones acumuladas en los puertos de Los Ángeles y Long Beach en California cayeron un 12,6% en comparación con el mismo período en 2019 a 1.697.388 TEUs. De hecho, ya los niveles en 2019 venían bajando significativamente en comparación con el año anterior debido a las permanentes tensiones comerciales entre EE.UU. y China. Sin embargo, junio de este año mostró un cambio significativo en este frente, con las tarifas en los servicios de la ruta Transpacífico aumentando significativamente después del peak de demanda. Este aumento ha dado lugar a tres GRI (general rate increase) consecutivos para el inicio de junio, a mediados de mes y principios de julio. Aún con muchos servicios cancelados en la ruta, sin embargo, hay una escasez de buques en la región, lo que exacerba aún más los problemas que han llegado con el aumento de la demanda.
Las perspectivas siguen siendo optimistas
En general, las navieras se mantienen firmes en su optimismo de que el segundo semestre supondrá una mejora con respecto a la primera mitad del año, esperando que el mercado no pueda empeorar más que a principios de abril.
A pesar de ello, como el mundo parece estar entrando de lleno en una recesión mundial que amenaza con empequeñecer la crisis financiera de 2008, sin duda se avecinan tiempos difíciles.
A medida que las cuarentenas se suavizan, los pagos por permisos de trabajo empiezan a disminuir y el desempleo empieza a aumentar, como predicen muchos economistas, podría pasar un tiempo hasta que la confianza de los consumidores alcance los niveles anteriores al virus. Esto probablemente significa que la recuperación que tantos buscan se prolongará mucho… más de lo deseado, tanto en el frente del expedidor como en el naviero, pero todas parecen coincidir en que las horas más oscuras ya pasaron.
Fuente: MundoMarítimo