La industria marítima registró en 2024 un aumento significativo en las órdenes de buques propulsados por combustibles alternativos, marcando un crecimiento interanual del 38% respecto a 2023. De acuerdo con datos de la plataforma Alternative Fuels Insights (AFI) de DNV, el número total de contratos de construcción alcanzó los 515 buques, reflejando el compromiso del sector con la descarbonización.
Predominio del GNL y diversificación de combustibles
El gas natural licuado (GNL) fue el combustible alternativo preferido durante 2024, con 264 pedidos, más del doble de los registrados en 2023. Este crecimiento estuvo impulsado principalmente por los segmentos de portacontenedores y car carrier, que representaron el 62% de las órdenes de construcción de buques propulsados por combustibles alternativos. En el caso de los portacontenedores, el 69% de las naves ordenadas en 2024 fueron diseñadas para operar con combustibles alternativos, de las cuales el GNL fue la opción elegida en el 67% de los casos.
El metanol también tuvo una participación relevante, con 166 pedidos (32% del libro de órdenes de naves propulsadas por combustibles alternativos), la mayoría destinados a portacontenedores. Por su parte, el amoníaco, aún en una fase inicial de desarrollo, mostró un incremento notable. En 2024 se concretaron 27 órdenes de buques propulsados por este combustible, frente a las ocho en 2023.
Entregas y suministro de combustibles
El número de buques propulsados por GNL en operación se duplicó entre 2021 y 2024, alcanzando las 641 unidades a finales del año. La infraestructura de abastecimiento de GNL continuó madurando, con un aumento de buques de bunkering de 52 a 64 unidades. Sin embargo, persisten desafíos en la oferta de combustibles alternativos. Para el GNL, la brecha entre la demanda y la oferta debería crecer en los próximos años, mientras que el desarrollo de infraestructuras adicionales se considera clave para fomentar la producción sostenible.
El marco regulatorio europeo Fit for 55, que exige la instalación de infraestructura de bunkering en puertos clave, busca potenciar la disponibilidad de GNL y apoyar la transición energética en el sector, apuntan desde DNV.
Perspectivas a largo plazo
Según Jason Stefanatos, director global de Descarbonización de DNV, el lento avance en la producción de metanol verde podría estar detrás de los cambios en las tendencias de órdenes durante 2024. A pesar de ello, se espera que el metanol verde y el amoníaco desempeñen un papel importante en el mix energético futuro. Mientras tanto, el GNL se posiciona como una solución puente viable, gracias a su infraestructura consolidada y capacidad de reducción de emisiones a corto plazo.
Fuente: Mundo Marítimo.