La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en su emblemático «Informe del transporte marítimo 2022», ha urgido aumentar las inversiones en las cadenas de suministro marítimas. De acuerdo a la entidad, los puertos, las flotas marítimas y las conexiones con el interior de los países deben estar mejor preparados para las futuras crisis mundiales, el cambio climático y la transición a la energía baja en carbono.
Según el organismo, la crisis de la cadena de suministro de los dos últimos años ha demostrado que el desajuste entre la demanda y la oferta de capacidad logística marítima provoca aumentos de las tarifas de los fletes, congestión e interrupciones críticas de las cadenas de valor mundiales.
Los buques transportan más del 80% de los bienes comercializados en el mundo, y el porcentaje es aún mayor en la mayoría de los países en desarrollo, de ahí la urgente necesidad de aumentar la resiliencia a las crisis que interrumpen las cadenas de suministro, alimentan la inflación y afectan más a los más pobres.
«Tenemos que aprender de la actual crisis de la cadena de suministro y prepararnos mejor para futuros desafíos y transiciones. Esto incluye la mejora de la infraestructura intermodal, la renovación de la flota y la mejora del desempeño de los puertos y la facilitación del comercio», dijo la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan. «Y no debemos retrasar la descarbonización del transporte marítimo», añadió.
Mayor inversión
Según la UNCTAD las limitaciones de la oferta logística, combinadas con un aumento de la demanda de bienes de consumo y del e-commerce, hicieron que las tarifas de los fletes spot de los contenedores quintuplicaran sus niveles anteriores a la pandemia en 2021, alcanzando un máximo histórico a principios de 2022 y aumentando bruscamente los precios al consumidor. Los fletes han bajado desde mediados de 2022, pero siguen siendo elevados para los cargamentos de petróleo y gas natural debido a la actual crisis energética.
Los fletes de graneles sólidos aumentaron debido a la guerra en Ucrania y a las medidas económicas relacionadas, así como a la prolongada pandemia del Covid-19 y a las interrupciones de la cadena de suministro. Una simulación de la UNCTAD proyecta que el aumento de los precios de los cereales y de las tarifas de los fletes de carga de graneles sólidos puede conducir a un incremento del 1,2% en los precios de los alimentos al consumidor, con aumentos mayores en los países de ingresos medios y bajos.
«Si algo hemos aprendido de la crisis de los dos últimos años es que los puertos y el transporte marítimo son muy importantes para el buen funcionamiento de la economía mundial», dijo Shamika N. Sirimanne, directora de la División de Tecnología y Logística de la UNCTAD. «El aumento de las tarifas de los fletes ha provocado un aumento de los precios al consumo, especialmente para los más vulnerables. La interrupción de las cadenas de suministro ha provocado despidos e inseguridad alimentaria».
La UNCTAD pide a los países que evalúen cuidadosamente los posibles cambios en la demanda de transporte marítimo, que desarrollen y mejoren las infraestructuras portuarias y las conexiones con el interior del país, implicando al mismo tiempo al sector privado. También deben reforzar la conectividad de los puertos, ampliar el espacio y las capacidades de almacenamiento y minimizar la escasez de mano de obra y equipos.
Muchas de las interrupciones de la cadena de suministro también pueden aliviarse mediante la facilitación del comercio, especialmente a través de la digitalización, que reduce los tiempos de espera y de despacho en los puertos y acelera los procesos documentales a través de los documentos y pagos electrónicos.
Inversiones para reducir la huella de carbono
El informe muestra que entre 2020 y 2021 las emisiones totales de carbono de la flota marítima mundial aumentaron un 4,7%, y que la mayor parte de los incrementos proceden de los portacontenedores, buques graneleros y de carga general.
El informe también plantea la preocupación por el aumento del promedio de edad de los buques. Por número de buques, la edad media actual es de 21,9 años, y por capacidad de carga de 11,5 años. El envejecimiento de los buques se debe en parte a la incertidumbre sobre los futuros desarrollos tecnológicos y de los combustibles más rentables, así como a la evolución de la normativa y los precios del carbono.
Al respecto, la UNCTAD pide que se invierta más en mejoras técnicas y operativas para reducir la huella de carbono del transporte marítimo. Entre ellas se encuentran la transición a combustibles alternativos, de bajo o nulo contenido en carbono, la optimización de las operaciones, el suministro de electricidad en tierra en los puertos y el equipamiento de los buques con tecnología de alta eficiencia energética.
El informe también reclama un marco normativo mundial predecible para invertir en la descarbonización y un mayor apoyo a los países en desarrollo en la transición energética. Además, subraya la urgente necesidad de adaptar los puertos a los impactos del cambio climático, especialmente en las naciones más vulnerables.
La UNCTAD insta a la comunidad internacional a garantizar que los países más afectados por el cambio climático -y que menos han contribuido a sus causas- no se vean perjudicados por los esfuerzos de mitigación del clima en el transporte marítimo.
Medidas de protección de la competencia
El informe señala que el sector del transporte marítimo de contenedores se ha transformado por la consolidación horizontal mediante fusiones y adquisiciones. Las navieras también han buscado la integración vertical invirtiendo en operaciones de terminales y otros servicios logísticos.
Entre 1996 y 2022, las 20 principales navieras aumentaron su proporción de la capacidad de transporte de contenedores del 48% al 91%. Y en los últimos cinco años, las cuatro mayores aumentaron sus cuotas de mercado hasta controlar más de la mitad de la capacidad mundial.
El número de empresas que prestan servicios a los importadores y exportadores se redujo en 110 países, sobre todo en los pequeños Estados insulares en desarrollo, donde a veces un duopolio de pasó a ser un monopolio.
La consolidación del mercado da lugar a una reducción de la competencia y de la oferta, y puede llevar a abusos de poder en el mercado y a un aumento de las tarifas y los precios para los consumidores.
El sobredimensionamiento de los buques también es preocupante. Entre 2006 y 2022, el tamaño de los mayores buques portacontenedores del mundo se duplicó con creces, pasando de 9.380 TEUs a 23.992 TEUs, haciendo que los buques crecieron más rápido que los volúmenes de carga para llenarlos.
La UNCTAD hace un llamado a las autoridades de competencia y portuarias para que colaboren en la respuesta a la consolidación del sector con medidas de protección de la competencia. El informe insta a reforzar la cooperación internacional en materia de prácticas transfronterizas contrarias a la competencia en el transporte marítimo, basándose en el “Conjunto de Normas y Principios de Competencia de la ONU”.
Ralentización del comercio marítimo mundial
Según el informe, el comercio marítimo internacional se recuperó significativamente en 2021, con un crecimiento estimado del 3,2% y envíos globales de 11.000 millones de toneladas. Esto representa una mejora de 7 puntos porcentuales en comparación con el descenso del 3,8% en 2020.
El comercio marítimo de África en 2021 aumentó un 5,6% con respecto a 2020. Para 2022, la UNCTAD prevé un crecimiento del comercio marítimo mundial moderado de 1,4%. Para el periodo 2023-2027, se espera una expansión media anual del 2,1%, un ritmo más lento que la media de las tres décadas anteriores, del 3,3%.
Fuente: MUNDO MARÌTIMO