El sector del transporte marítimo debe lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) a mediados de siglo. Conseguirlo significará transformar un sector que sigue funcionando en gran medida con combustibles fósiles y que representa alrededor del 3% del dióxido de carbono producido por el hombre, informa Bloomberg.
El transporte marítimo emitió más de mil millones de toneladas de CO2 en 2018, según el estudio más reciente sobre GEI de la Organización Marítima Internacional (OMI). Aunque las empresas están ordenando buques que puedan funcionar con combustibles alternativos como el metanol, y sumergiéndose en tecnologías de reducción de emisiones como la eólica y la limpieza de cascos mediante robots para hacer la navegación más eficiente, la inmensa mayoría de la flota sigue quemando petróleo.
Avances
En este contexto, la OMI está trabajando en nuevas normas para alcanzar sus objetivos en materia de emisiones: una reducción gradual de la intensidad de GEI del combustible de los buques y el primer gravamen obligatorio mundial sobre las emisiones de GEI, cuya entrada en vigor está prevista para 2027.
Mientras tanto, el transporte marítimo ya está sujeto al Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea, que exige el pago por las emisiones de carbono. También se está avanzando en los corredores de transporte marítimo ecológico o “verdes”, rutas específicas en las que el transporte marítimo de emisiones cero cuenta con el apoyo de los sectores público y privado.
¿Qué podría sustituir al petróleo?
Los combustibles que podrían sustituir a los actuales productos derivados del petróleo deben reducir drásticamente las emisiones, tener potencia suficiente para propulsar a los enormes buques mercantes por todo el planeta y ser competitivos en precio. Las principales alternativas son:
- Metanol
Ventajas: Las versiones limpias pueden reducir drásticamente las emisiones. Es líquido a temperatura ambiente, lo que facilita su almacenamiento y manipulación. Además, pueden fabricarse a partir de residuos agrícolas y alimentarios (bioetanol) o combinando hidrógeno verde con CO2 (e-metanol).
Contras: Oferta limitada de versiones limpias y menos denso energéticamente que el combustible derivado del petróleo.
- Amoníaco
Ventajas: No emite dióxido de carbono, no contiene carbono, puede fabricarse utilizando hidrógeno verde y nitrógeno de la atmósfera (e-amoniaco). También puede fabricarse con gas natural (amoniaco azul).
Contras: Posibles emisiones de óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero. Altamente tóxico para las personas y la vida marina.
- Biocombustibles
Ventajas: Pueden reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero, actualmente ya se producen y utilizan en la navegación. Es relativamente fácil de almacenar y transportar, además, puede utilizarse para abastacer a los motores actuales.
Contras: El suministro es un obstáculo potencial, con la competencia de otros sectores, incluida la aviación.
- Gas natural licuado
Ventajas: Alternativa conocida, generalmente disponible y con menos emisiones de carbono que el combustible derivado del petróleo. Algunos buques ya funcionan con GNL. También existe la posibilidad de reducir las emisiones de CO2 con el llamado bio-GNL y el e-GNL.
Contras: Sigue siendo un combustible fósil y sólo reduce las emisiones de CO2 en aproximadamente un 20% frente al combustible derivado del petróleo. Además, provoca emisiones de metano, un supercontaminante.
Futuro del transporte marítimo
La OMI seguirá estudiando medidas para reducir las emisiones. Su Comité de Protección del Medio Marítimo iniciará una reunión de una semana el 30 de septiembre. Mientras tanto, el año que viene entrará en vigor la normativa marítima FuelEU de la UE, que obliga a reducir las emisiones en relación con el consumo de energía. El régimen comunitario de comercio de derechos de emisión también aumentará y acabará incluyendo el metano y el óxido nitroso.
Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, la Ley de Reducción de la Inflación de Washington incluye US$3.000 millones de financiamiento relacionado con el transporte marítimo, y los senadores estadounidenses presentaron el año pasado proyectos de ley destinados a reducir la contaminación procedente del transporte marítimo.
Fuente: Mundo Marítimo