Antes de la pandemia del COVID-19, el gel antibacterial estaba en las perchas de supermercados y farmacias ocupando un espacio moderado. La categoría tenía una demanda que crecía de a poco, pero la emergencia sanitaria aumentó esos niveles y elevó la producción nacional.
Marcelo Merino, gerente de Desarrollo de Productos de Consumo Masivo del grupo Difare, señala que la presencia del COVID-19 hizo que en Ecuador, de marzo a mayo, se produjera un “consumo inusitado” de productos para la prevención y el cuidado de la salud.
Categorías como las vitaminas, productos para mejorar el sistema inmune y para la desinfección, entre los que están geles y alcoholes, registraron un consumo que se incrementó entre diez y quince veces, dice Merino.
Desde agosto del año pasado, esta empresa comenzó a ampliar el portafolio de productos bajo la marca Menticol, que lleva 50 años en el mercado. De las lociones refrescantes pasaron a desarrollar la línea de geles antibacteriales, desinfectantes de mano y alcoholes.
Amalia Álava, jefa de marketing de Drocaras, que compite con geles de la marca Sani, asegura que la categoría de geles era relativamente pequeña en comparación con otras como jabones líquidos o jabones en barra.
Antes de la emergencia sanitaria, en el mercado había unas 15 marcas y en la actualidad hay más de 35 en los puntos de ventas, según Álava.
Adicional a su marca Sani, Drocaras maquila geles para empresas como Corporación GPF (Fybeca y Sana Sana) y Corporación El Rosado con su marca Plie.
Álava señala que frente a la situación que se presentaba en el país se adaptaron en la medida de lo posible a la nueva demanda de la categoría, aunque fue muy complejo operar de forma normal durante marzo y abril.
Uno de los nuevos competidores que entraron al mercado en medio de esta emergencia es la multinacional Unilever, que introdujo desde finales de abril un gel antibacterial con la marca Rexona.
David Balladares, gerente de Asuntos Corporativos de Unilever, cuenta que la coyuntura por la que estaba atravesando el país, en especial durante los meses del pico de la pandemia, los llevó a desarrollar este proyecto localmente.
Así comenzaron con una producción en Ecuador y decidieron exportar el producto a países de la región.
La primera exportación del gel elaborado en Ecuador se hizo a Chile, Perú, Uruguay y recientemente sumaron Bolivia. Balladares indica que sus consumidores han respondido favorablemente a la propuesta y por ello han planteado continuar con la ampliación del portafolio de Rexona con el alcohol en gel a otros países de la región.
Otra empresa que exporta los geles que produce es Operfel. La compañía envía parte de su producción a países como México, Guatemala, Bolivia, Curaçao, entre otros.
Esta firma, que tiene la marca Vaporal, elabora desde el 2014 gel antibacterial. El año pasado agregó otras variantes de aloe vera y eucalipto. En estos meses aumentó su producción hasta en un 500%.
Viviana Muñoz, del Departamento de Marketing de Operfel, afirma que con la pandemia el crecimiento fue exponencial. “La venta del producto gel antibacterial con sus tres presentaciones significó el 93 % de la facturación del primer semestre 2020 versus 2019”, asevera.
A inicios de este mes, el Ministerio de la Producción informó que la empresa Envapress, que maquila geles, también envío 15 primeros contenedores de alcohol a Perú, Chile y Uruguay.
Los fabricantes señalan que aunque los picos de venta fueron fuertes entre marzo y mayo, en estos últimos dos meses la demanda ha comenzado a estabilizarse, aunque el incremento sigue siendo mayor que otros periodos.
Muñoz cree que el consumo continuará por la necesidad que existe al ser productos de prevención y cuidado para la salud. (I)
Cómo identificar los tipos de gel
Un alcohol líquido o alcohol-gel en la categoría antibacterial debe tener un grado de concentración desde 60 % y menor que 70 % (hasta 69,9 %).
Los alcoholes antibacteriales se categorizan como productos cosméticos y están sujetos a la obtención de la Notificación Sanitaria Obligatoria (NSO) por parte de Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa).
A partir de un contenido de 70 % de alcohol se denomina antiséptico y tiene fines médicos o clínicos, por lo que ya se categoriza como un medicamento. Los productos bajo estas condiciones están sujetos a la obtención del registro sanitario.
La efectividad del producto
Los especialistas indican que la efectividad de un gel dependerá de la concentración de alcohol que tenga en su fórmula.
Geles antibacteriales con concentraciones que van del 60 % al 69,99 % de alcohol sirven para combatir hongos y bacterias. Cuando el producto se aproxima más al 70 % su efectividad puede ser mayor en poco tiempo.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indica que los desinfectantes con una concentración de alcohol del 60 % al 95 % son más eficaces para eliminar microbios que aquellos con una concentración de alcohol más baja.
Los especialistas sugieren que el consumidor revise la etiqueta para ver que el porcentaje sea mayor al 60 %, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está recomendando.
Más de 300 productos autorizados
En el mercado ecuatoriano hay más de 300 productos antibacteriales, entre geles, jabones, espray y toallitas húmedas de producción nacional e importados.
La Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) tenía hasta mayo pasado aprobado ese número de autorizaciones para el expendio de productos antibacteriales.
Personas naturales, empresas importadoras y laboratorios mantenían esas autorizaciones.
Arcsa ha realizado controles durante la pandemia para verificar que los productos cumplan con la notificación sanitaria obligatoria y etiquetado.
Fuente: ElUniverso