El impacto continuo del conflicto en el Mar Rojo, el espiral de los fletes y la congestión en las cadenas mundiales de suministro de contenedores marítimos se tradujeron en un récord de emisiones de carbono en el tercer trimestre. El Índice de Emisiones de Carbono (CEI) de Xeneta y Marine Benchmark, que mide las emisiones de carbono en las 13 principales rutas de transporte marítimo de contenedores, alcanzó los 107,9 puntos en el tercer trimestre, la cifra más alta registrada y un aumento del 12,2% en comparación con el año anterior, antes de la crisis del Mar Rojo.
El CEI se basa en el primer trimestre de 2018, lo que significa que cualquier lectura por encima de 100 indica que las emisiones de carbono por tonelada de carga transportada están por encima de los niveles de ese período. El tercer trimestre de 2024 es sólo la segunda vez que se supera la marca de los 100 puntos; la primera vez fue en el primer trimestre de 2024, inmediatamente después de la escalada en el Mar Rojo.
En el tercer trimestre, seis de las trece rutas se situaron por debajo de los 100 puntos- lo que indica una reducción de las emisiones por tonelada de carga transportada en comparación con el primer trimestre de 2018-, mientras que siete superaron los 100 puntos.
Rutas más afectadas
El efecto de la crisis del Mar Rojo en el CEI se aprecia más claramente en una comparación interanual, ya que las cuatro rutas más afectadas por los desvíos en torno al Cabo de la Esperanza experimentaron un aumento de las emisiones de más del 30% en el tercer trimestre de 2024 en comparación con el tercer trimestre de 2023 (los dos trayectos de ida y los dos trayectos de regreso que conectan Lejano Oriente con el norte de Europa y el Mediterráneo). En específico, el mayor aumento interanual se registra en el tránsito entre Lejano Oriente y el Mediterráneo, con un incremento del 60,1%.
De todos modos, se debe mencionar que la ruta del Norte de Europa a la Costa Este de Sudamérica también registró un aumento interanual del CEI de más del 30% en el tercer trimestre, a pesar de no transitar por el Mar Rojo y el Canal de Suez.
Por el contrario, en cinco rutas se han reducido las emisiones en comparación con el tercer trimestre del año pasado y, como era de esperar, se trata de rutas que no se han visto afectadas por las mayores distancias de navegación alrededor de África. El trayecto de la costa este de EE.UU. al Mediterráneo ha registrado, con diferencia, el mayor descenso interanual en el tercer trimestre, un 26,5%.
Reducción de emisiones ¿es prioridad?
El deterioro de la ruta de regreso en el Transatlántico se debe en parte a una disminución de 1.250 TEUs en la capacidad media de los buques desplegados en ella, ya que las naves más pequeñas son menos eficientes en lo que respecta a las emisiones de carbono.
Otra razón del aumento de las emisiones en las rutas de retorno es el incremento de la velocidad, ya que las líneas navieras se apresuran a recuperar sus buques para el siguiente zarpe programado.
Este es un ejemplo de cómo la reducción de las emisiones de carbono deja de ser una prioridad en tiempos de creciente congestión, capacidad limitada y tarifas de flete en espiral. Cuando los expedidores se afanan por conseguir capacidad y las líneas navieras se ven incentivados económicamente para ofrecerla, la reducción de las emisiones de carbono no es prioritaria para ninguna de las partes.
Resultados líneas navieras
En las 13 rutas principales, ONE y HMM ocupan los primeros puestos como líneas navieras con mejores resultados en tres rutas. Únicamente Cosco, Hapag-Lloyd y Yang Ming no consiguieron el primer puesto en ninguna de las 13 rutas principales.
Fuente: Mundo Maritimo