La nueva y primera directora general del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae), María Alejandra Muñoz Seminario, fue nombrada el jueves 20 de septiembre y luego de cuatro días presentó su plan.
Este cual se basará en cuatro ejes: integridad aduanera, reconciliación de la realidad aduanera con el sector económico, revisión de procedimientos y optimización de recursos.
Entre otras funciones Muñoz deberá combatir el contrabando -un tema que ha golpeado a los productores agrícolas en especial- y preparar a la Aduana para que se una al Servicio de Rentas Internas (SRI). En este último tema es el Banco Interamericano de Desarrollo quien dará el soporte para la integración de las dos entidades que será en fases.
Plantea que exista cero discrecionalidad al momento de aplicar una norma, para evitar la corrupción.
Adelantó que lo primero que va a firmar es la apertura de una oficina de fortalecimiento y lucha contra la corrupción, que no va a trabajar sola. Será liderado por un experto en lucha contra la corrupción, involucrará a la sociedad civil, al sector privado y tendrá auditoría externa.
Muñoz explicó que la meta es que se viva la ética, porque la corrupción es defraudación, evasión, subvaloración, no trabajar bien, perder el tiempo, tomarse el nombre de otra persona, etc.
Otro punto importante es la revisión de las normas que frenen el comercio. La meta es que este sector se dinamice y genere nuevas plazas de trabajo. En este tema, Diario EXPRESO consultó a tres líderes de los gremios para que indiquen cuáles son los puntos que se deben analizar.
El estudio de las normas lo realizará un comité especial y se va a segmentar para conocer la realidad de cada sector.
Muñoz destacó que su gestión será transparente, lo que implica “no solo mostrar, sino ser visible para todos”.
Lo que se debe cambiar o mejorar según los gremios
Dalila Gómez, presidenta de ASIMCEP
Hay que analizar el reglamento 033 que norma la importación de la cerámica plana. Las pruebas de laboratorio se piden desde un metro cuadrado de las cerámicas y por cada embarque. En el exterior se hacen para dos o tres años, o por todo el lote que se fabricó, o cada 5.000 metros cuadrados, no por cada embarque. Esto ha significado altos costos, las facturas para la verificadora han subido $ 600. Estos son dólares que no se quedan en el país, es lo que el Gobierno debe analizar.
Pablo Arosemena, presidente de CCG
1.- Dudas razonables de valor. La normativa internacional prevé la posibilidad de que la Aduana cuestione los valores declarados, pero los procedimientos deben ser ágiles y sencillos. Cumplir con esto en la actualidad requiere una gestión de 6 días, lo que le cuesta una fortuna al comercio. Por lo tanto deben existir sanciones para funcionarios que no cumplan con los tiempos dados por la ley.
2.- Controles concurrentes.
3.- Desconocimiento técnico en clasificación arancelaria.
Patricio Alarcón, presidente de CEE
Lo que afecta al comercio e industrias es la tramitología que existe alrededor de las importaciones. Hay que sacar certificaciones de calidad para cada importación, que se podría obviar y sacarlos una sola vez al año. En el caso de ciertos productos se requiere el mismo tipo de información para dos instituciones, allí se duplica el trabajo. Esto es un problema para quienes hacen negocios en el país. Hay que trabajar en la simplificación de los trámites y duplicidad de información.