La crisis en el Mar Rojo, marcada por problemas de seguridad que han obligado a desvíos a través del Cabo de Buena Esperanza, está generando un impacto significativo en el sector marítimo. La urgencia por exportar antes de las vacaciones del Año Nuevo chino aceleró esta situación, contribuyendo a la reducción de la flota de portacontenedores inactivos.
Según la última encuesta de Alphaliner del 29 de enero, ya no hay buques inactivos de más de 12.500 TEUs. En los últimos quince días, la flota inactiva experimentó una disminución de cinco unidades y 20.742 TEUs de capacidad, situándose en un total de 89 buques con una capacidad de 226.051 TEUs, lo que representa el 0,8% de la capacidad total de la flota y marca un mínimo de 19 meses.
Además, se observa una reactivación significativa de capacidad desde dique seco para atender la alta demanda durante este período. En los últimos quince días, 21 buques con una capacidad de 178.751 TEUs han abandonado el dique seco para volver a entrar en servicio, lo que ha reducido la capacidad total en astillero a 313.031 TEUs, el nivel más bajo desde marzo de 2021.
Con las líneas navieras ajustando sus rutas para incorporar el desvío a través de África, los zarpes omitidos esperados después del Año Nuevo chino y la llegada de nuevos buques, la situación de escasez de tonelaje podría cambiar en los próximos meses.
Fuente: Mundo Maritimo