Las repercusiones de la situación en el Mar Rojo han incluido cuellos de botella, retrasos además de, escasez de equipos y capacidad. Maersk estima una pérdida de capacidad del 15-20% en todo el sector en el mercado de Lejano Oriente a Europa del Norte y el Mediterráneo durante el segundo trimestre. Por ello, está desarrollando soluciones con el objetivo de ofrecer una mayor fiabilidad para las cadenas de suministro de sus usuarios. En ese sentido, una de las medidas fue aumentar la capacidad, sumando más de 125.000 contenedores bajo acuerdos de leasing.
“El conflicto en el Mar Rojo ha obligado a nuestros buques a extender sus rutas de navegación, lo que se traduce en tiempo y costos adicionales para llevar la carga de nuestros clientes a su destino por el momento. Por ejemplo, actualmente utilizamos un 40% más de combustible por trayecto y las tarifas de flete son tres veces más altas, a menudo fijas durante cinco años”, explica la línea naviera.
Maersk agrega además que, aunque hace poco redujo el Recargo por Temporada Alta (RTP), “se ha vuelto a aumentar para ayudar a cubrir los costos adicionales antes mencionados. Seguiremos revisando periódicamente los recargos y le mantendremos informado de cualquier cambio”, finalizó la línea naviera.
Fuente: Mundo Marítimo