La pandemia por Coronavirus, ha tenido efectos aún complejos de cuantificar en materia económica, frenando bruscamente el normal desarrollo de las cadenas de suministros en áreas tan disímiles como producción, manufactura, transporte marítimo o aéreo.
En Asia o Europa, comenzaron a vivir la crisis a fines del 2019, mientras que en América durante el mes de marzo. Por lo tanto, los indicios de recuperación están lejos de ser proyectados en los países de la región.
Mascontainer conversó en exclusiva con Ricardo Sánchez, experto en infraestructura, economía portuaria y marítima, especialmente en la región de América Latina y el Caribe. El también miembro de la CEPAL de las Naciones Unidas, detalló aspectos sobre las causas y consecuencias que ha generado el Covid-19 en la economía mundial.
“La crisis medida en términos de contracción económica, es la peor desde la vivida en 1901, esto si se confirma una caída del 5,5% para el total del año”, comentó, marcando de paso cuatro características de la pandemia:
.El contexto en el que se presenta: La economía en América Latina venía un poco golpeada. En algunos aspectos y países, sintiendo incluso los efectos de crisis anteriores y por eso las consecuencias del Covid-19 pegan más fuerte.
.El alcance global: Esta pandemia golpeó al 100% de los países, y salvo algunas excepciones, fue de manera dura.
.La velocidad de los efectos: La crisis llegó a América Latina en marzo y ya en abril se sentían sus primeras consecuencias.
.La intensidad de los efectos: Tenemos una contracción en la actividad económica que en la región puede alcanzar incluso los dos dígitos. Desde abril, hubo una contracción del comercio marítimo de 20 y 30% en la región.
Ricardo Sánchez, dijo que “el efecto de la pandemia es un shock rápido y fuerte que involucra en todo el mundo a una economía que no estaba completamente fortalecida”.
Dado lo anterior ¿Por dónde podría venir la recuperación de la economía una vez superada la crisis del Covid-19?
«Las opiniones de los expertos se dividen entre los que dicen que será durante el 2021 y los que plantean que se demorará más. Estamos navegando en el peor momento de una gran tormenta, por lo que es muy complejo imaginar cómo y cuándo se podrá iniciar una recuperación. Hay que seguir con mucha atención lo que ocurra durante el mes de julio, momento en que se podrían manifestar las primeras señales de recuperación.
Por el momento se observan índices positivos en manufactura de China y Alemania, donde ya se marcan niveles superiores en igual período del año anterior. En la mayoría de las economías desarrolladas, junio supera a mayo y este último a abril en cifras de manufactura. Son las primeras señales que para mí son aún insuficientes para arriesgar si esto es una salida rápida o no».
¿Qué pasará con el desarrollo de las economías emergentes producto de esta pandemia?
«La mayoría de los países han hecho esfuerzos fiscales muy notorios. Chile hizo algo fuera de lo común y eso hay que tenerlo muy en cuenta. La política fiscal alcanzó un rol primordial en la mitigación de los efectos sobre las personas y la economía a partir del brote. Hubo países de la región que implementaron paquetes fiscales de distintas magnitudes y alcances, debido a los desafíos en el corto plazo.
Lo anterior requerirá necesariamente, contar en el corto o mediano plazo, establecer soluciones adicionales. Habrá que ver qué pasará con los servicios de la deuda, qué pasará con los programas de préstamos concesionales, esto incluirá también a aquellos países que estaban intentando ingresar a la gama de naciones con ingresos medios. Lo que nos preocupa también es la desigualdad persistente que había en América Latina, y que con esta pandemia estará bajo riesgo de que se profundice con efectos sociales muy dañinos.
Para el desarrollo de las economías emergentes, no sólo debemos estar atentos a la evolución del consumo y la producción, será relevante analizar qué sucederá con las situaciones fiscales que se presentarán en los distintos países».
¿Es posible aprovechar este momento negativo para sacar de esta crisis una serie de oportunidades?
«Si aprovechar la crisis es poder analizar o reflexionar qué rumbo puedo tomar, claro que es posible. Estamos viviendo una situación absolutamente inédita y creo que hay una gran oportunidad, pero lo que no hay que pensar es creer que por el sólo hecho de estar en crisis, las oportunidades se cristalizarán solas. Hay que trabajar mucho y analizar cada fortaleza que se puedan presentar, para plantear salidas novedosas.
Las oportunidades están, pero no al facilismo ni a las ilusiones que piensen que mágicamente sucederán. Pasarán con voluntad, vocación y con políticas de acción que acompañen a innovar, a crear oportunidades y soluciones.
¿Y eso se puede hacer en América Latina?
«América Latina tiene la capacidad para esto, pero lo debe ejecutar en base a un régimen productivo distinto al que venía teniendo, donde era un mero exportador de productos primarios.
Hay mucha demanda para exportar productos primarios, pero no será la manera para alcanzar un desarrollo pleno. Esto tiene muchas implicaciones con la logística de comercio, la producción internacional y con tendencias que se estaban consolidando y que ahora se profundizarán a partir que se pueda salir de la pandemia».
¿La personalización del consumo es una de esas tendencias?
«Efectivamente. Es una de las tendencias que se estaba consolidando al igual que la distribución del consumo. Esto es algo totalmente distinto a lo que había antes, y por eso hay que pensar una logística para eso. Se ha visto en ciudad el crecimiento del delivery, por lo que ya se deben pensar políticas para que sean sostenibles.
Soy un convencido que esta herramienta contribuirá al desarrollo sostenible, pero tenemos que acompañarlo con logísticas más sanas como la electromovilidad o el incremento de la automatización de entrega y distribución».
En América latina existe un enorme espacio para crecer y avanzar y donde el mercado se puede expresar en formatos mucho más eficientes y sostenibles. Ya no pensando en el tradicional centro comercial donde la gente se agolpa. Será muy importante lo digital y las nuevas tendencias, para lo cual estamos obligados a pensar nuevamente la logística que se utilizará».
Fuente: E-comex