La confianza en el gas está creciendo, así se desprende de una encuesta de DNV GL. La gran mayoría (86%) de los 813 profesionales senior de la industria que contestaron una encuesta coinciden en que el gas -el combustible fósil que emite menor cantidad de carbono- jugará un papel cada vez más importante en el mix energético global en la próxima década, frente al 77% del año pasado.
Los hallazgos de la encuesta aparecen en Transition in Motion, un informe especial sobre la investigación de DNV GL acerca de las perspectivas para la industria del petróleo y el gas en 2018.
En el informe se detalla que el principal impulsor de la inversión en gas natural y proyectos de GNL este año es la transición energética global. Sin embargo, el ritmo de la intención de la industria del petróleo y el gas de reducir las emisiones de carbono difiere según la región.
Solo un tercio de los encuestados en América del Norte (33%) dice que su compañía se está preparando activamente para el cambio hacia una mezcla energética con menor emisión de carbono este año, en comparación con el 51% de Medio Oriente y África del Norte.
De este modo, el escenario está configurado para que el gas se convierta en la mayor fuente de energía. La demanda alcanzará su peak a mediados de la década de 2030, mucho después de que el uso de cada uno de los otros combustibles fósiles vaya en una declinación a largo plazo, según el Energy Transition Outlook de DNV GL 2017, pronóstico independiente respecto al mix energético global hasta mediados de siglo.
El modelo predice que las intenciones de la industria para aumentar las inversiones en gas se acelerarán a principios de la década de 2020 a medida que las principales compañías petroleras descarbonicen sus portafolios comerciales.
Desafío para el transporte energético
«La transición de la sociedad a una combinación energética menos intensiva en carbono ya es una realidad, y el petróleo y el gas continuarán siendo componentes cruciales. Nuestra investigación afirma que la industria ya está tomando medidas positivas para garantizar el importante papel que prevemos que el gas jugará para ayudar a cumplir los requisitos energéticos en el futuro, con menos carbono «, señaló Liv Hovem, CEO de DNV GL- Oil & Gas.
«Se necesitarán inversiones significativas en la industria del gas en las próximas décadas para aumentar la capacidad, transformar los activos en fuentes y transportar el mix energético descarbonizado y construir y mantener de forma segura la infraestructura necesaria para conectar las regiones suministradoras emergentes con centros de demanda en evolución», agrego Hovem.
Se predice que la generación de energía será el principal consumidor de gas en la mayoría de las regiones, aunque las fábricas podrían exigir volúmenes similares en los mercados emergentes. Las perspectivas de transición energética de DNV GL para 2017 sugieren que Eurasia nororiental y Medio Oriente y África del Norte aumentarán la producción de gas hacia 2040, superando a Norteamérica como el mayor productor de gas del mundo. También se pronostica que la producción se duplicará en China, el subcontinente indio y el sudeste asiático.
Otros hallazgos clave de la investigación de Outlook Industrial de DNV GL:
Casi una cuarta parte (24%) cree que los proyectos de ductos costa adentro actualmente en desarrollo son lo suficientemente adaptables para hacer frente a los posibles cambios a largo plazo en el mix de gases, como una mayor variedad de valores caloríficos, hidrógeno y biogás. 13% no está de acuerdo
El 72% cree que, dado que la generación tradicional de carbón se volverá obsoleta en las próximas décadas, el atractivo a largo plazo del gas mejorará significativamente.
El número de encuestados que afirman que los precios tradicionales del petróleo y el gas se disociarán a largo plazo ha aumentado del 45% en 2017 al 55% este año.
Fuente: MundoMarítimo