Las importaciones del país se redujeron de forma considerable en los cuatro primeros meses de este año, en medio de una coyuntura económica afectada por la pandemia.
Dos factores explican ese escenario. Primero, los problemas de logística y la paralización de firmas del extranjero hasta mayo, que limitaron el envío de mercadería. Y, segundo, una reducción del consumo en los hogares. La caída de las compras entre enero y abril fue del 19%, frente a igual período del 2019, según cifras del Banco Central.
De esos meses, el peor fue abril con una reducción del 41% en las compras. Entre los rubros más afectados están los combustibles y los bienes de consumo como medicinas, alimentos y autos. Le siguen maquinarias industriales y, en menor medida, los insumos que adquiere el sector productivo.
El sector comercial espera levantar sus ventas con el cambio a semáforo amarillo en 166 municipios, y a verde en tres más, lo cual permite la reapertura parcial de los negocios y de los centros comerciales.
Además, la celebración del Día del Padre que está próxima genera expectativa en los locales, porque luego de permanecer más de dos meses cerrados, pueden volver a ofrecer sus productos.
Para atraer a los clientes, las tiendas de los centros comerciales han optado por ofrecer descuentos que oscilan entre el 30% y el 70%, dos productos por uno, el segundo productos a la mitad de precio y otras promociones como el sorteo de tarjetas de regalo. Esto ha permitido que las personas acudan, respetando las medidas de seguridad establecidas, a adquirir algún obsequio.
En el Mall El Jardín, en Quito, por ejemplo, los clientes han optado por las tiendas de ropa, de trajes formales para caballeros, de zapatos, de lentes y gafas y otros. “Se ve a la gente en los pasillos comprando, pero no se puede comparar con el año pasado”, refirió este centro comercial.
Mientras tanto, en los centros comerciales Pomasqui, Condado Shopping y Scala, los clientes han acudido a comprar electrodomésticos, ropa deportiva y zapatos, mencionó Karla Cruz, gerenta de Marketing corporativo. Dentro de estos comercios se trabaja con un aforo reducido, que es del 30% del normal, como autorizó el Comité Nacional de Emergencias. Para el ingreso de clientes se aplican protocolos de bioseguridad.
En El Jardín incluso se han instalado lavabos portátiles para que los clientes puedan lavarse las manos de manera frecuente, sin necesidad de ir a los baños. En algunos centros comerciales se ha habilitado una aplicación móvil que permite a las personas adquirir en línea sus productos y acudir a retirarlos del centro comercial.
Fuente: Diario El Comercio
