Los miembros del Forget Me Knot Atlantic Row, una expedición de remo que cruzó el Atlántico desde Portugal hasta América, llegaron a la Guayana Francesa. Empresas Taylor hizo una importante contribución a esta expedición, proporcionando apoyo logístico con los servicios integrados que ofrece a través de su filial Ian Taylor.
Ian Taylor estuvo presente en la salida de Portimao, en Portugal, y prestó apoyo logístico a la llegada a Cayena, en la Guayana Francesa, recibiendo a la tripulación y realizando todas las gestiones necesarias para el regreso y la entrega de la embarcación en Rotterdam (Países Bajos). Todo ello se hizo en colaboración con Wallenius Wilhelmsen Ocean (WWO).
A su llegada a la Guayana Francesa, los remeros Dirk Von Delft, Johnnie Ball y Stefan Vine declararon que «es increíble haber logrado el objetivo, nos llevará semanas procesar lo que hicimos; es surrealista, fue una experiencia muy intensa». Al mismo tiempo, añadieron que el esfuerzo físico que realizaron fue «como el que se siente después de jugar un partido de rugby, pero todos los días durante más de dos meses».
En cuanto al apoyo logístico prestado por Ian Taylor, dijeron que «su ayuda fue mucho más importante de lo que esperábamos; estuvimos seis meses pensando en cómo trasladar el barco desde la Guayana Francesa hasta Europa y cuando tuvimos el apoyo de Ian Taylor y de la WWO, estas acciones que son muy complicadas se hicieron muy rápidamente. Fue la operación más eficiente que he visto nunca. Ian Taylor nos esperaba en el puerto a la llegada, nos sirvió pizza y una cerveza fría».
Según Mats Blixt, Integrated Services & Optimization Manager, de Ian Taylor, «Después de 64 días en el mar, el equipo de Forget Me Knot Atlantic Row logró esta tarea extremadamente difícil, por lo que les felicitamos por su extraordinario logro. Como Ian Taylor, estamos muy contentos de haber podido dar apoyo logístico a nuestro socio WWO, que tuvo la gran idea de invitarnos a formar parte de esta impresionante travesía, y así colaborar con nuestro servicio integral a esta expedición. Además de haberlos recibido en la Guayana Francesa con nuestro Gerente de Operaciones y Adquisiciones Luis Saldivia, ha sido una gran experiencia y estamos felices de haber sido parte de ella».
Cabe destacar que los remeros utilizaron sólo sus brazos para recorrer casi 4.000 millas, una verdadera prueba de resistencia, en la que el equipo remó 24 horas al día en turnos de 2 horas de encendido y 2 horas de apagado, para mantener el barco en movimiento, siendo esta hazaña un verdadero récord, ya que es la primera vez que una tripulación de tres remeros cruza el Atlántico sin asistencia técnica ni suministros durante la travesía.
Para lograrlo, utilizaron la embarcación Rannoch R45, que tiene 9 m de eslora, 2 m de altura, 1,5 m de ancho y pesa unos mil kilos.
Además, la cruzada pretendía recaudar recursos para los cuidadores de personas con demencia en Inglaterra y también recoger datos oceanográficos de tramos del océano Atlántico raramente navegados.
Fuente: Ian Taylor