En la ciudad de San Antonio, a unos 100 kilómetros al oeste de la capital de Chile, Santiago, gran parte de la actividad gira en torno a las operaciones portuarias. Uno de los cinco concesionarios del puerto es San Antonio International Terminal (STI), que opera el frente de atraque Molo Sur desde el 1 de enero de 2000. Se trata de la terminal más importante de Chile al manejar alrededor del 35% del total de carga contenerizada del país, siendo además reconocida como una de las terminales más eficientes de América Latina, señala un reporte publicado en la web de Hapag-Lloyd y en el que se destaca que la inversión en infraestructura de terminales es uno de los elementos clave de su agenda estratégica.
STI está controlada igualmente por SSA Marine y SAAM Terminals, este último, un destacado operador de servicios portuarios en América Latina con 10 terminales portuarias estratégicamente. Además, SAAM Logístics extiende servicios logísticos integrales a importadores y exportadores, aprovechando su experiencia y capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes.
En el reporte se recuerda que, en agosto de 2023, Hapag-Lloyd concluyó exitosamente la adquisición de las terminales portuarias y operaciones logísticas de SM SAAM, operación que abarcó la transferencia de 10 terminales portuarias en Chile, Estados Unidos, México, Costa Rica, Colombia y Ecuador, junto con centros de almacenamiento extraportuarios y operaciones logísticas en el mercado local.
STI
Hoy STI, posee una capacidad de 1,6 millones de toneladas, tiene conexiones con más de 30 puertos de todo el mundo y destaca por haber sido la primera terminal de Chile en manejar 1 millón de TEUs en un año. Además, gracias a su muelle de 930 metros y su calado de 15,5 metros, es la única terminal en Chile capaz de recibir simultáneamente dos buques Neopanamax, de 367 metros de eslora. En total, STI cubre una superficie de 32 hectáreas.
Un asunto de familia
Dada la cultura portuaria de la ciudad, muchos de los que hoy trabajan en las terminales tienen una relación familiar con la ocupación. Este es el caso de Miguel Loyola, responsable de la gestión operativa de STI, quien creció viendo los buques entrar y salir de la bahía desde la ventana de su habitación. Su madre trabaja en STI y dos de sus hermanos lo hacen en otras terminales portuarias.
Durante sus 17 años de labor en el puerto ha trabajado a bordo de los buques, como verificador de carga en el patio y, posteriormente, como jefe de equipo. En 2014, pasó a ser supervisor de buques, cargo que ocupó durante siete años. Luego, en 2021, fue ascendido a responsable de gestión operativa.
Como técnico en logística que está finalizando sus estudios de ingeniería, se siente orgulloso de su crecimiento profesional y valora las oportunidades que ha tenido. “Mi principal desafío es reducir la tasa de accidentes de los trabajadores y mantener un alto estándar de seguridad”, afirma.
Planificar el futuro
Claudio Sotomayor, subgerente de Infraestructura y Puertos, está a cargo del mantenimiento de toda la infraestructura física, así como de supervisar las adquisiciones y renovaciones; trabaja en el puerto desde hace nueve años y es originario de Chiloé, a más de 1.200 kilómetros al sur de San Antonio. Actualmente su foco está en el plan de inversiones de STI, que incluyen fondos por US$66 millones, la más significativa para desarrollar el sector portuario en Chile e incluye nuevos equipos, infraestructura y tecnología.
A principios de 2023, STI reemplazó dos grúas adquiriendo dos nuevas grúas STS Súper Post-Panamax, lo que también fue parte de los esfuerzos de modernización. El colapso controlado de las antiguas grúas, que operaban desde el inicio de la terminal, fue una de las experiencias más destacadas de Sotomayor mientras trabajaba en el puerto «Nuestros cálculos tenían que ser precisos para no dañar la infraestructura», afirma con orgullo.
Hoy en día, las nuevas grúas están en funcionamiento y mueven una media de 30 contenedores por hora.
Poder femenino
En la esquina opuesta al muelle se encuentra el control de puerta, la oficina que controla lo que entra y sale del puerto. Esta es dirigida por María Cristina Alvarado, superintendente del Área y que suma 24 años trabajando terminal. Ha ocupado diversos cargos, entre ellos el de documentalista, inspectora y despachadora. En 2011 fue ascendida a supervisora y, desde 2021, ocupa su puesto actual.
María Cristina Alvarado admite que sus inicios en el mundo portuario no fueron fáciles. “Los hombres estaban acostumbrados a trabajar entre ellos”, recuerda. “Nosotras las mujeres tuvimos que volvernos fuertes y tuvimos que desarrollar el carácter para lidiar con ellos”, afirma. Hoy en día, la relación entre hombres y mujeres en el puerto es profesional y la fuerza laboral femenina dentro de la industria crece cada día.
En la actualidad, el puerto cuenta con más de 100 mujeres en puestos tanto operativos como administrativos.
Fuente: Mundo Marítimo
