Proporcionar un protocolo global ejecutable una especie de «pase liberado» o un «canal verde» para los tripulantes es el llamado que el consultor marítimo y defensor de la gente de mar, Frank Coles, realizó al Presidente de los EE.UU., Joe Biden, y a otros 10 responsables de la toma de decisiones para que se cree un protocolo que establezca el derecho de los marinos a viajar hacia y desde los buques sin las costosas regulaciones de las visas, reporta Shipping and Freight Resource.
Frank Coles inició esta petición en Change.org para llamar la atención de los líderes mundiales sobre las diversas dificultades que siguen padeciendo los marinos a la hora de embarcar y desembarcar de los distintos buques en los que trabajan. «Los marinos de todo el mundo realizan el 80% del comercio y son cruciales para la cadena de suministro. Esto ha aumentado y es más importante desde la COVID», asegura en la petición.
Como se destaca en el Informe Anual de Transporte Marítimo y Carga 2021 de Shipping and Freight Resource, si bien el comercio marítimo recibió un golpe menor en comparación con otras industrias debido al COVID-19, la gente de mar, uno de los elementos clave del comercio marítimo recibió uno severo.
Si bien la industria marítima fue capaz de mitigar el shock y las interrupciones, la gente de mar se enfrentó a una situación precaria ya que la pandemia desencadenó una crisis mundial de recambio de tripulación sin precedentes. Debido a las restricciones impuestas a los viajes en todo el mundo, cientos de miles de marinos no pudieron desembarcar de los buques para volver a casa para sus descansos, mientras que un número equivalente no pudo reunirse con sus buques y mantener a sus familias.
Los países han cerrado sus fronteras, los vuelos se han interrumpido y se han establecido normas extremadamente gravosas para cualquier viaje. Esto ha supuesto una tensión extraordinaria para el bienestar mental de los marineros. También ha puesto en riesgo la seguridad de los buques.
Un caso que pudo evitarse
Aunque no se conoce el número exacto de muertes de marinos a causa de la pandemia de COVID-19, se sabe que hay al menos 12 víctimas mortales, entre ellas la de Angelo Capurro, capitán del portacontenedores «MV Ital Libera», quien abordó el buque en Sudáfrica el 28 de marzo de 2021, como parte del servicio Sudáfrica/Extremo Oriente. El 2 de abril, presentó síntomas de COVID-19 a pesar de haber dado negativo en las pruebas realizadas el 26 de marzo antes de salir de Italia hacia Sudáfrica para unirse al buque. Su condición a bordo se deterioró, resultando finalmente fallecido el 13 de abril de 2021 en el mar. Pero no había un lugar adecuado a bordo de la nave para conservar el cadáver, por lo que su cuerpo permaneció en un almacén durante seis semanas.
En el ínterin, el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano y múltiples embajadas italianas llamaron a varios países para desembarcar el cuerpo del capitán Capurro. Sin embargo, Indonesia, Singapur, Malasia, Tailandia, Vietnam, Corea del Sur, Filipinas y Sudáfrica aplicaron restricciones COVID-19 que prohibían el desembarco y la repatriación de sus restos.
Después de estos rechazos, Italia Marittima declaró fuerza mayor, cancelando el viaje comercial, y envió el buque en misión humanitaria desde Indonesia a Italia para devolver el cuerpo del capitán Capurro a su familia, dos meses después de su fallecimiento a bordo.
Durante la crisis en 2021 los cuerpos de al menos 10 marinos que murieron en el mar, se les negó el desembarco para repatriar los restos, según la ITF, a pesar de que estos marinos no murieron de COVID-19.
Muchos marinos prolongaron sus contratos durante varios meses para mantener los suministros de alimentos, combustible y medicinas en todo el mundo, y algunos no vieron tierra en 18 meses. Los períodos prolongados en el mar sin descanso pasaron factura a los marinos, siendo la fatiga y las enfermedades mentales una amenaza para la seguridad. Una encuesta realizada por la ITF en 2021 reveló que el 67% de los 593 encuestados declararon haber visto signos de problemas de salud mental, depresión e ideas suicidas entre los miembros de la tripulación.
En todo el mundo hay alrededor de 1,9 millones de marinos que trabajan las 24 horas del día para mantener el comercio mundial en movimiento y garantizar que las personas del mundo puedan mantener su nivel de vida.
Los cinco mayores países proveedores de marinos fueron Filipinas, la Federación Rusa, Indonesia, China e India, que representan el 44% de la fuerza de trabajo marítima mundial.
Fuente: MUNDO MARÍTIMO