Cifras de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) dan cuenta de un incremento del 43 % en divisas, en comparación con el periodo de enero a octubre del 2021; y del 32 % en libras.
En estos diez meses se exportaron, según el sector, 1.952′720.559 libras del crustáceo, versus las 1.481′782.475 libras del mismo periodo del 2021, esto es, 470,9 millones de libras más, con lo que también ya superaron lo exportado en volumen en todo el 2021 (1.855′634.851 de libras) con 97 millones de libras más, también sin contar noviembre y diciembre.
Sin embargo, estos dos meses también llevan el peso de ser los que empañan este año récord e impiden un cierre redondo del sector, pues aunque aún no hay cifras oficiales de lo exportado en noviembre, José Antonio Camposano, presidente de la CNA, adelantó que fue el primer mes del 2022 en que las exportaciones cayeron frente a noviembre del 2021 y proyectó que en diciembre se repetirá y señala los factores responsables: el alza de los costos de producción y el desplome de los precios en los mercados de destino.
En noviembre del 2021 el sector exportó 188′165.830 libras de camarón por alrededor de $ 582.000. En diciembre de ese mismo año se exportaron 185′686.546 libras por más de $ 539.000.
“En términos generales el 2022 ha sido un año duro, porque una cosa son las ventas y otra cosa son las rentas que están influenciadas por el costo de producción y desde el día 1, casi desde febrero cuando empieza el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, nuestras dos principales materias primas, la soya y el trigo, sufrieron incrementos en sus precios no vistos en las últimas tres décadas”, asegura el representante del sector que en la última década casi sextuplicó sus ventas, pues en el 2012 exportó $ 1.100 millones a todos sus destinos.
No obstante, el sector también multiplicó sus costos de producción. En lo que va del 2022, según el presidente de la CNA, el costo de su principal materia prima, la soya, que se utiliza para el alimento de los camarones, se cuadriplicó.
“Hemos tenido otros crecimientos en costos como el cartón en vista de la falta de papel derivada de la pandemia, el costo de la caja de cartón se triplicó solamente en el 2022″, sumó Camposano.
Para el 2023 el panorama tampoco pinta bien, los nuevos costos de mano de obra impactados por el incremento del salario básico unificado (SBU) que para ese año será de $ 450, más otros incrementos, como la eliminación del subsidio del diésel, según Camposano, harán que el margen de casi estos $ 7.000 millones se reduzca de forma preocupante, solo por el lado de la estructura del mercado.
El mercado tampoco ayuda, pues el precio del camarón se derrumbó en los últimos tres meses debido a la sobreoferta y la ralentización de los mercados golpeados por la crisis inflacionaria, sobre todo los de Europa.
Según Camposano, en promedio el productor recibe $ 1,65 por libra producida frente a un costo de $ 1,50, es decir, daba un margen de $ 0,15. Al día de hoy el precio del productor es $ 1,34, es decir, por cada libra producida el productor está perdiendo $ 0,16, más todos los costos que ya se venían incrementando.
¿Cómo impactará esta situación en el 2023? Camposano cree que por lo menos el primer trimestre del próximo año será un periodo con muchas exigencias en materia de estructuras de costos que seguirán muy altas, y con un precio que no se puede proyectar una recuperación.
La eliminación del subsidio del diésel dispuesto en el Decreto Ejecutivo 614 del 1 de diciembre pasado. El sector afirma que impacta en $ 0,16 por libra de camarón producida. “La eliminación del precio diferenciado del diésel incrementará los costos de producción camaronera en 16 centavos por libra, lo que afectará seriamente su competitividad e inclusive pone en riesgo de quiebra a productores más vulnerables dada la situación actual de precios internacionales”, advierte el dirigente gremial.
El decreto elimina el subsidio para los productores camaroneros de 31 hectáreas en adelante y lo mantiene para los de 30 para abajo. Sin embargo, hasta el momento no se aplican mecanismos para diferenciar estos grupos y efectivizar el subsidio, aun cuando el 12 de diciembre pasado Petroecuador publicó los nuevos valores de precio de venta en terminal donde el diésel camaronero ya aparece a $ 3,577, incluido el IVA por galón.
Hasta antes del Decreto 164 el precio del galón de diésel en terminal era de $ 1,567.
Camposano asegura que “hay reglamento, pero falta la norma técnica. Eso lo está viendo el subsecretario de Acuacultura, Axel Vedani”.
Mientras, el ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, señaló el viernes pasado que Petroecuador tiene 90 días, a partir de la expedición del decreto, para emitir el reglamento que norme la aplicación del subsidio.
Arosemena reconoció que el camaronero es uno de los sectores con mayor resultado positivo para el país en los últimos cuatro años. “Vienen creciendo y tienen ventas por más de $ 7.000 millones, estamos hablando del sector más pudiente del Ecuador, no del sector más vulnerable”, y defendió la medida adoptada por el Gobierno al asegurar que se salvaguarda a los camaroneros de hasta 30 hectáreas, que según explicó, vende, dependiendo de su productividad entre $ 400.000 y $ 1′000.000 al año. “No es una persona pobre y a esos se les va a mantener el subsidio”, puntualizó.
Reiteró que la eliminación del subsidio generará un ahorro de $ 160 millones que se destinarán para obras sociales. “Sea ese el número, sea más o sea menos, da lo mismo, son esos recursos los que se reasignan para el frente social, porque todos coincidimos en que a pesar de destinar cada vez más recursos para la sociedad, siguen haciendo falta más recursos para la sociedad, Ecuador antes de la pandemia no era Suiza”, ironizó Arosemena. (I)
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Fuente: Diario EL UNIVERSO