El monto de las pérdidas para el sector productivo nacional durante la cuarentena por la COVID-19 es uno de los pocos temas en los que los gremios privados y el Gobierno coinciden. Hasta ahora el lucro cesante se calcula en más de $12 500 millones.
Es que alrededor del 70 % del aparato productivo quedó paralizado con la pandemia, según cifras de la Federación de Cámaras de Comercio del Ecuador dadas el mes pasado.
Según Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), toda la oferta exportable se afectó por el debilitamiento de la demanda internacional y los problemas de reducción de capacidad operativa en las industrias.
Sin embargo, en términos comparativos, asegura que pese a que la oferta alimentaria del país tuvo un impacto negativo de desaceleración y caída de precios, hubo una mayor dinámica en los mercados internacionales como resultado de la naturaleza propia del confinamiento. En tanto que gran parte de los productos no tradicionales, como las maderas o las manufacturas, no lograron encontrar demanda
Algunos sectores les ponen comillas a esa cifra de crecimiento, como el camaronero, el segundo producto no petrolero más vendido, que reporta el peor crecimiento de los últimos ocho años.
José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, señala que pasaron de un crecimiento sostenido del 28 % por mes a un -2 % en marzo, 4 % en abril, y una pérdida de al menos $162 millones. Esto pese al incremento de 54 millones de libras exportadas de enero a abril, al sumar 483 millones en total que equivalen a $1223 millones, 13 % más de volumen y 8 % más en facturación versus igual periodo del 2019,
En el caso de la pesca, el tercer producto en exportaciones, tuvo una caída de casi el 7,63 % de enero a marzo.
No dejó de producir, pero sí disminuyó su ritmo en casi la mitad durante la cuarentena, indica Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería. Comenta que la ausencia de trabajadores, las medidas de bioseguridad y el distanciamiento social dentro de los sitios de procesamiento afectaron la productividad de este sector.
Por ejemplo, las procesadoras de atún en Guayas, donde se genera alrededor del 50 % de la producción total, reportaron una reducción del 50 % al 60 % de su capacidad durante abril. En el caso de Manabí, donde el brote fue menor, hubo una reducción del 30 % en la capacidad de producción.
Antes de esta pandemia mundial el sector exportador, comenta el presidente de Fedexpor, mantuvo una proyección de crecimiento anual que superaba los $2000 millones. Y ahora proyectan una caída del 10 % anual.