La reciente decisión de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. de aumentar las tasas de interés (entre 2,25% y 2,50%) ocasiona que el dólar estadounidense se fortalezca, una tendencia que se puede mantener el próximo año.
La mala noticia para Ecuador es que si ese panorama persiste, las exportaciones nacionales se encarecerán frente a nuestros principales competidores: Colombia y Perú. Es indudable que el principal reto del país es la competitividad.
Una de las primeras decisiones que adoptó el Gobierno a los pocos meses de hospedarse en Carondelet fue la instalación de un espacio de diálogo con los empresarios a la que se denominó Consejo Consultivo y Tributario.
Al finalizar esa etapa, los gremios productivos salieron descontentos y a cambio, el Ejecutivo anunció la creación de una Mesa de Competitividad. Con la Ley de Fomento Productivo se busca impulsar ese propósito, pero aún hay temas pendientes que se deben tratar.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la competitividad es el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país.
En la agenda económica del Ecuador para el próximo año constan desafíos relacionados con una mayor apertura al comercio exterior, pero lograr que las empresas del país empiecen a buscar cada vez más opciones para sus productos en otros mercados aún es tarea pendiente. De ahí la necesidad de que el Ejecutivo impulse, como política de Estado, la mejora de la competitividad del país.
Pero el desafío no solo recae en autoridades y empresarios. El conocimiento y el talento humano también se constituyen en una ventaja competitiva importante y de allí la necesidad de fortalecer la relación entre educación, innovación y productividad. Suiza es consciente de eso y por ello se mantiene a la cabeza del ranking mundial de competitividad.
Si Ecuador quiere atraer inversiones y exportar más al mundo no le queda otra alternativa. Más aún cuando es un país dolarizado y el próximo año no trae buenas perspectivas.
Fuente: Diario EL COMERCIO