La minería le pisa los talones a un afectado banano que sufre los efectos de la guerra en Europa, que hace también que Rusia ya no sea el cuarto principal mercado para Ecuador, ahora lo es Colombia.
Así como China se confirma en el primer lugar y está a un paso de cerrar un acuerdo comercial. Aunque hay una cifra récord en el sector exportador, Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), advierte de estancamiento y retrocesos en algunos sectores:
Hasta octubre de 2022, las exportaciones no petroleras no mineras se incrementaron en 19 % con respecto al año anterior, y se proyectan para cerrar el año con un valor superior a los $ 18.000 millones, cifra récord para el sector exportador.
Los sectores de exportación, sin embargo, han registrado un comportamiento diferente según las condiciones internacionales e internas que afectaron de manera particular a cada uno de ellos.
El sector exportador agrícola agroindustrial prácticamente se encuentra estancado en valor exportado a octubre, pero con un retroceso del 4 % en volumen exportado, lo cual compromete la capacidad y planificación de la producción exportable. El bajo desempeño de este sector se sustenta en la merma productiva que se da a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania, que limitó las condiciones de producción, encareció insumos de producción, y afectó la economía de los principales consumidores de este sector. La situación de este sector se agravó luego de que las movilizaciones de junio afecten al ciclo productivo.
Sectores como el bananero han retrocedido en volúmenes exportados en un equivalente de cinco años atrás, por lo que la atención necesaria para revertir esta realidad es urgente para salvaguardar la sostenibilidad de la producción y el empleo de cadenas agrícolas como esta.
Del sector exportador acuícola y pesquero se registra un incremento del 40 % hasta octubre del 2022, equivalente a más de $ 2.200 millones sobre el valor exportado en el 2021. Si bien el desempeño de este sector es positivo en el año, durante los últimos meses, la menor demanda mundial y una reducción en el precio de exportación del principal producto de esta canasta, ha provocado una desaceleración en el crecimiento alcanzado de cara al cierre de año.
Y el valor de las exportaciones del sector manufacturero es 9 % mayor al valor exportado entre enero y octubre del 2021, pese a esto, su volumen exportado es 12 % menor que el del año pasado, implicando que la producción exportada de este sector ha sido menor.
Las condiciones internacionales y el potencial exportador del país han reconfigurado los principales destinos de exportación. La incertidumbre producto de las sanciones para comerciar con el mercado eurasiático a partir del conflicto bélico implicaron que, el sector agrícola, principalmente, reorganice sus ciclos de producción considerando una menor demanda de los destinos afectados. Las exportaciones hacia Rusia han disminuido en 8 % hasta octubre; sin embargo, la producción planificada para venderse en este mercado no ha podido ser redirigida hacia otros destinos.
Muchos de los factores que afectaron el desempeño exportador en el 2022 seguirán latentes para el año 2023.
En el frente externo: la fortaleza del dólar, elevadas tasas de interés que enfrían el consumo en los principales mercados, altos costos energéticos en Europa, altos costos logísticos que abonan en el escenario de una escalada global de precios.
En el frente interno: si bien la consolidación y avance de la agenda comercial para abrir nuevos mercados a través de los acuerdos comerciales es muy positiva para equiparar condiciones de acceso arancelario frente a nuestros competidores, por otra parte los mayores costos por seguridad para evitar la contaminación de carga, carga tributaria elevada, mayores costos laborales por incremento de salario básico y altos costos financieros han provocado un mayor deterioro en la competitividad de los productos de exportación.
El avance en las negociaciones de acuerdos comerciales abre una vitrina de oportunidades para aumentar la escala de producción de los sectores exportadores que han visto desplazadas sus ofertas por competidores directos que ya cuentan con acuerdos comerciales con nuestros principales destinos. La Asamblea Nacional tiene la responsabilidad de tratar e impulsar estas herramientas que permiten que más actores productivos, particularmente medianos y pequeños productores, puedan insertarse en el comercio internacional y profundizar desarrollo en el entorno de las comunidades donde se encuentran estas iniciativas.
Además de la agenda comercial, el 2023 estará marcado por la necesidad urgente de trabajar aspectos de competitividad que se han convertido en el talón de Aquiles de la actividad exportadora: los costos logísticos y la seguridad de la carga.
Ambos requieren de un plan integral que aborde mejoras regulatorias y descargos en costos que permitan a las empresas exportadoras competir de manera segura y eficiente. (I)