En el boletín N° 37 publicado por Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por su sigla en inglés) titulado “Trade and trade diversion effects of United States tariffs on China” se detiene en la Guerra Comercial e investiga el impacto de los aranceles de Estados Unidos aplicados a las importaciones chinas.
Según el documento de la Unctad los economistas concuerdan en que los aumentos en los costos del comercio bilateral resultarán en un menor comercio, precios más altos para los consumidores y efectos de desviación del comercio y revela que esos efectos han aumentado con el tiempo.
La investigación, al comparar las diferencias en los resultados entre los bienes que han estado sujetos a aranceles adicionales y los que no, y al controlar los efectos sectoriales específicos, encuentra pruebas sustanciales de que los aranceles de los Estados Unidos “han dado lugar a una fuerte disminución de las importaciones de los Estados Unidos procedentes de China”. Se constata además que esa disminución “fue sustituida en parte por un aumento de las importaciones de los Estados Unidos con origen en otros países”.
En el análisis se encuentran pruebas implícitas de que el costo de las tarifas ha repercutido en los consumidores de Estados Unidos.
Sin embargo, también encuentra algunos indicios de que las empresas chinas pueden haber empezado recientemente a reaccionar ante los aranceles, reduciendo sus precios de exportación, absorbiendo así parte del costo de los aranceles (alrededor de 8 puntos porcentuales). No obstante, el documento aclara que la evidencia limitada encontrada en este estudio necesitaría ser corroborada por datos adicionales una vez que esté disponible.
El documento elaborado por al Unctad concluye que “los aranceles de Estados Unidos sobre China han dado lugar a una disminución de las importaciones de productos sometidos a aranceles en alrededor del 25% en la primera mitad de 2019”. Y, aunque sustancial, esta cifra también resalta la competitividad de las empresas chinas, que, pese a estos aranceles, “fueron capaces de mantener el 75% de sus exportaciones a Estados Unidos”.
El documento también cuantifica los efectos de la desviación del comercio para la primera mitad de 2019 en unos US$21.000 millones, lo que implica que el monto de las pérdidas comerciales netas corresponde a unos US$14.000 millones. Este efecto ha reportado beneficios sustanciales para la Provincia china de Taiwán, México, la Unión Europea y Viet Nam.
A nivel sectorial, los más afectados han sido la maquinaria de oficina y los equipos de comunicaciones, con una reducción total de las importaciones de los Estados Unidos procedentes de China del orden de los US$15.000 millones para el primer semestre de 2019. Además, los efectos de la desviación del comercio en estos sectores han estado por debajo de la media, posiblemente debido a la falta de capacidad de oferta fuera de China.
Globalmente, el documento apunta al hecho de que los aranceles de Estados Unidos sobre China están perjudicando económicamente a ambos países. “Las pérdidas de los Estados Unidos están relacionadas en gran medida con el aumento de los precios para los consumidores, mientras que las pérdidas de China están relacionadas con importantes pérdidas en las exportaciones”, se lee en el informe.
Aunque la investigación no examina el impacto de la fase más reciente de la Guerra Comercial, adelanta que es probable que los resultados sean similares en el sentido de que la reciente escalada de aranceles se haya sumado a las pérdidas existentes.
Finalmente, el análisis no consideró tampoco el impacto de los aranceles chinos en las importaciones de los Estados Unidos, pero advierte que “es muy probable que los resultados cualitativos sean análogos: precios más altos para los consumidores chinos y pérdidas para los exportadores de los Estados Unidos”.
Fuente: MundoMarítimo