En 2022, la balanza comercial de Ecuador recibió un impulso por el superávit alcanzado con Estados Unidos y China (este último destino llegó a registrar déficit hasta el 2021).
Según datos del Banco Central, la balanza comercial petrolera y no petrolera registraron un superávit de 2.862 millones de dólares en el 2022. Mercados como Panamá o Chile dejaron saldos positivos en la relación comercial con el país, pero fue EE.UU. el que mejor desempeño en la balanza comercial registró. El saldo a su favor tuvo un crecimiento interanual del 76 %, luego de crecer de $ 1.156 a $ 2.937 millones, en el último año.
El país norteamericano tiene una representación del 22 % en las exportaciones ecuatorianas, solo un poco detrás de China. Para 2022, las ventas no petroleras y no mineras alcanzaron los 4.023 millones de dólares. Además sigue siendo el principal mercado por número de productos. Según la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), allá se envían 1.208 insumos, entre los que destacan el camarón, banano y flores.
No obstante, sostener estos resultados no ha sido fácil. Durante el año pasado, el sector exportador enfrentó un desafío para impulsar el comercio en ese mercado. Esto debido al contexto económico internacional. Por un lado, el constante incremento de la inflación reducía las posibilidades de consumo de los clientes de las potencias mundiales. Y, por otro, la depreciación de las monedas de otros países de la región frente al dólar representaba una desventaja para la economía ecuatoriana dolarizada, porque hacía que su oferta sea más cara.
Para Felipe Rivadeneira, presidente ejecutivo de Fedexpor, en 2022 la economía norteamericana todavía tenía rezagos de la inyección de capital que se hizo en la pandemia y, por eso, tenía la posibilidad de seguir consumiendo los productos importados, a pesar de estar en un proceso inflacionario.
Esto mantuvo el ritmo de intercambio comercial hacia Estados Unidos. Pero hubo otros impulsos que “responden a mérito propio”, según Ribadeneira. Yesto se ha reflejado en las estrategias aplicadas por cada sector productivo, añadió Iván Ortiz, director del Centro de Negocios de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (AmCham).
El segundo factor es el fortalecimiento de la oferta tradicional exportable en mercados de nicho. “Estados Unidos exporta de Ecuador productos que no están en su esquema de generación y la oferta de Ecuador es bastante variada”, aseguró Ortiz.
Para el directivo, los exportadores tienen en claro que el objetivo es llegar a este mercado con productos diferenciados de la competencia latinoamericana. Es por eso que cada vez se enfocan en procesos sostenibles o con insumos orgánicos.
Sin embargo, hay acciones que aún son necesarias para fortalecer el envío de productos a Estados Unidos, enfatizó el representante de Fedexpor. Una de ellas es la renovación del Sistema de Preferencias Arancelarias (SGP, por sus siglas en inglés), un beneficio que permitía que más de 300 productos ecuatorianos ingresaran a ese mercado con ventajas arancelarias, pero que no se renueva desde el 2020.
Este asunto y la necesidad de avanzar en un acuerdo comercial (otro tema sin mayores progresos) fueron expuestos el miércoles pasado ante varios congresistas del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que visitaron Ecuador. Según Ribadeneira, los congresistas se comprometieron a “empezar a trabajar fuertemente desde la próxima semana en la renovación del SGP”.
En la cita también se planteó la necesidad de impulsar un esquema preferencial para productos de exportación como alternativa sostenible al combate de actividades ilícitas. Esto mientras se propician condiciones para el inicio de una negociación comercial. Así como la urgencia de potenciar, entre ambos países, la cooperación en seguridad, con mayor despliegue de recursos y tecnología, considerando que la actividad exportadora enfrenta altos costos para prevenir la contaminación de carga.