El banano se ha convertido en un actor importante de la economía nacional, sustentándola durante muchos pasajes del siglo pasado, sobre todo entre las décadas del 40 y el 70, una época conocida como el auge o boom bananero del Ecuador.
Vicente Wong, presidente de Rey Banano del Pacífico (Reybanpac), una empresa productora y exportadora de banano que lleva 42 años en el mercado ecuatoriano, refiere que en la presidencia de Galo Plaza Lasso, su ministro de Economía, Clemente Yerovi, impulsó la siembra y exportación de la fruta. Para ese entonces, en 1948, se produjeron 3,8 millones de racimos y para 1952 ya Ecuador había despuntado con un crecimiento excepcional con 16 millones de racimos vendidos.
El empresario señala que en los años 50 la United Fruit, una multinacional americana, catapultó este cultivo con la inversión y siembra en el área de Tenguel.
“Para ese entonces la variedad era el Gross Michell y todo se vendía y exportaba en racimos recubiertos en chanta de banano, para los años 60 esto cambió a cajas de cartón lo que ayudó en su logística en buques refrigerados”, comenta Wong, quien agrega que después de que las multinacionales americanas y alemanas, como United y Grupo Alemán, iniciaran la industria de agroexportación en nuestro país se sumaron otros emprendedores que hicieron historia en la industria, como Luis Noboa Naranjo, que lideró la exportación por más 30 años, y Esteban Quirola.
Sin embargo, los años 60 significaron también un cambio de variedad en la fruta, al pasar del Gross Michell al Cavendish, introducido en 1967 por el ataque del Fusarium Raza 1, menciona Richard Salazar, presidente de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec).
Salazar expresa que la integración del Ecuador en el mercado mundial fue posible debido a la convergencia de factores ecológicos (menor incidencia de las plagas y ausencia de daños ocasionados por ciclones), socioeconómicos (salarios inferiores a los centroamericanos) y políticos (leyes expedidas que benefician al banano, como la dictada en la presidencia de Galo Plaza).
“Desde 1964 somos el primer exportador mundial de banano, con una participación del 33 % a nivel mundial al 2019, con más de 357 millones de cajas exportadas, producidas en alrededor de 200 000 hectáreas con 8581 productores bananeros”, resalta Salazar.
Y es que la supremacía y la expansión del banano continuaron en las décadas posteriores, como en los años 80 con la aparición del mercado chino, y en los 90 el mercado coreano y mediterráneo; y después de los 2000 con la aparición del contenedor, lo que ha hecho que en la actualidad la industria genere más de $3000 millones, aunque con una fuerte presencia de otros productos que compiten con la fruta por ser el primero en exportaciones no petroleras del país, y que ya han alternado en el primer lugar, como el camarón que en el 2019 exportó $3500 millones; y ya había superado al banano en 2015 y 2018.