El reciente aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China está provocando incertidumbre para los negocios y podría amenazar el crecimiento económico.
El resultado de la guerra comercial de 10 meses entre las dos mayores economías del mundo será un factor importante cuando los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos evalúen cuánto tiempo ser pacientes antes de mover las tasas de interés.
“Siento que los datos son buenos, pero el ánimo es dubitativo, así que si tenemos un relajamiento o una reducción de la incertidumbre (…) espero que el impulso económico sea un factor al alza para el crecimiento”, manifestó la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly.
“Si la incertidumbre persiste (…) entonces creo que es un inconveniente para la economía, porque la incertidumbre tiene efectos reales, pero también tiene efectos sobre la confianza, y esa confianza retroalimenta la inversión”, agregó.
Los jefes de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, y de Atlanta, Raphael Bostic, también afirmaron que las incertidumbres que rodean el comercio podrían dañar el crecimiento, mientras que su resolución podría impulsarlo.
“Estoy observando con mucha atención cómo se desarrollan estas tensiones comerciales, porque tengo una preocupación (…), si eso podría causar una desaceleración en la tasa de crecimiento”, dijo a periodistas el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, tras el panel. “Es muy pronto para decirlo”.
Los comentarios se conocen luego de que investigadores de la Fed de Nueva York publicaron un documento que muestra que las últimas rondas de aranceles estadounidenses sobre los bienes importados desde China le costarán al hogar típico del país 831 dólares al año.
El Gobierno de Trump incrementó este mes los aranceles a bienes chinos valorados en 200.000 millones de dólares, a un 25 % desde un 10 %, generando la represalia de Pekín con sus propios gravámenes.
Ecuador, en el contexto global, va a sufrir un coletazo si la crisis avanza y, como dicen muchos, afectará el crecimiento económico no solo de China y de Estados Unidos, sino de Europa, que ya siente una desaceleración.
El precio del petróleo ya comenzó a bajar (5,7 % cayó el jueves pasado el barril en Nueva York) y eso afecta directamente los ingresos del Estado ecuatoriano, cuya inversión está atada a esta materia prima.
Por el lado de los productos no petroleros, está en juego el camarón, pues más del 40 % de las ventas de Ecuador van a China. El banano está más diversificado entre Rusia, Oriente, Cono Sur, Europa del Este o la Unión Europea, que sentirán un efecto, pero menor que el de los países en guerra comercial.
Ecuador exportó a China el año pasado alrededor de 1.494 millones de dólares y a Estados Unidos 6.608 millones, según cifras del Banco Central (BCE).
Solamente en camarón fueron 598,1 millones, el 40 % del total vendido a ese mercado, seguido del petróleo crudo, con 479,6 (32,1 %), el banano con 127,8 (8,6 %). A Estados Unidos, el 60,7 % fue petróleo, 7,8 % crustáceos y 6,7 % banano. Las flores y los preparados de pescado tienen también buena presencia en ese mercado.
La administración americana está implementando ayudas nuevas (subsidios) a sus materias primas agrícolas que tienen en China un mercado importante. Al tener más producción y menos mercado esos productos, como soya, arroz, maíz y trigo, pueden tener menores precios que favorezcan a quienes importan materias primas.
En el caso de Ecuador, esto aliviaría el costo del aprovisionamiento de materias primas para la industria de aves, cerdos y productos de acuicultura.
Una medida que puede ser positiva es un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal americana. Esta posibilidad aumenta, según la herramienta FedWatch de CME Group. Solo un 36,2 % espera que las tasas se mantengan en los niveles actuales en octubre, una baja respecto al 50,8 % del jueves pasado.
Fuente: Diario Expreso