Redacción CAMAE
Bud Darr, vicepresidente ejecutivo de Política Marítima y Asuntos Gubernamentales de MSC, realizó un llamado a los gobiernos para que se involucren como catalizadores de las nuevas formas de energía en el transporte marítimo. De acuerdo con Darr, dicha transición necesitará el respaldo financiero y logístico tanto de la parte pública como privada.
El ejecutivo indicó que aunque existen iniciativas como Maritime Research and Development Board (IMRB) -propuesta de la Cámara Marítima Internacional (ICS) que busca crear un fondo de $5 millones para la investigación y desarrollo (I+D) de la descarbonización- aún faltan definir acciones y compromisos financieros por parte de los Estados.
“Hay que concienciar sobre el precio que suponen estos cambios, que tendrán que ser compartidos por la supply chain”, señaló Darr.
El representante de MSC puso como ejemplo el diseño de tecnologías de motor u otros aparatos de conversión, cuya ejecución no está en manos de navieras y operadores. Estos, aunque no dependen estrictamente del financiamiento público, podrían tener mayor presencia en el mercado si el gobierno de cada país incentivara a sus fabricantes a aumentar la producción y agilidad de los mismos.
“La tecnología libre de emisiones puede ser eminentemente más barata y competitiva, pero los costes de transición para establecerla serán previsiblemente muy altos […] Sin embargo, según aumenta el volumen de negocio, los costes tienden a reducirse», acotó a su vez Roger Strevens, vicepresidente de Sostenibilidad Global de Wallenius Wilhemsen.
Ante las preocupaciones emitidas por Darr y otros representantes de empresas marítimas, la Organización Marítima Internacional (OMI) ha expresado su intención de estudiar en los próximos meses medidas de mercado para el medio y largo plazo, como es el caso del precio.
La OMI también ha destacado que el análisis de este tema podría llevar tiempo, ya que la entidad deberá tratar asunto cada uno de los 174 países que la conforman.
Fuente: El Mercantil