La Unión Europea (UE) hace cada vez más endebles a las exportaciones de Ecuador y los demás países de la región. Diario Expreso detectó al menos tres normativas que ponen en jaque a la agricultura y a la pesca.
Los límites máximos de residuos (LMR), los certificados de inspección y la posibilidad de declarar a Ecuador como tercer país no cooperante contra la pesca ilegal o no declarada se convierten en mecanismos restrictivos que cerrarían el acceso al mercado comunitario, vital para la economía de Ecuador.
No solo hay un plazo para retirar del mercado moléculas que se usan para la producción de fungicidas, herbicidas e insecticidas. La UE decidió bajar los límites máximos de residuos de 0,05 a 0,01 miligramos por kilogramo de producto.
Los países ponen el “grito en el cielo”. Sacar del mercado moléculas como los clorpirifos dejaría sin protección al banano de ataque de insectos. No hay molécula nueva descubierta para reemplazarlas. Esta molécula ha sido atacada por su supuesto efecto negativo sobre los fetos: podría ser causa de un retraso en su desarrollo mental.
Otras moléculas sujetas a restricción son imazalil, buprofezin, clorotalonil, mancozeb y thiram, thiabendazol, prochloraz que se usan para el control de plagas no solo en el banano, sino en el aguacate, uva, mangos, etcétera.
“De conformidad con las obligaciones multilaterales y las establecidas en los acuerdos comerciales regionales que rigen el intercambio de bienes y servicios entre nuestros países con la UE, debe realizarse “una evaluación de riesgo para cada molécula específica de manera que cualquier modificación de los LMR se base en evidencia científica concluyente y permita la aplicación de la medida menos restrictiva al comercio”.
Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), señala que la Comunidad Andina le ha dicho a la UE que dé un listado de moléculas sustitutivas o alternativas que sean eficaces para el control de plagas en caso de que se prohíba una molécula o se modifique el LMR.
Los andinos sugieren un programa de cooperación con la UE para proyectos que mejoren la inocuidad de los productos exportados y así cumplir con las modificaciones de las normativas.
Las naciones productoras de banano señalan que la reducción de los LMR para la protección de cultivos tropicales resulta incongruente con las tolerancias aceptadas globalmente en el Codex Alimentarius, con los principios que rigen el comercio internacional y con el Acuerdo de Aplicación de las medidas sanitarias y fitosanitarias de la OMC.
Por otro lado, existe un nuevo reglamento que obliga a que el documento que permite la importación de banano orgánico tendrá que ser presentado antes del embarque del producto. “El certificado de inspección deberá ser remitido por la autoridad relevante o por el organismo de control antes de que el embarque (envío) salga del país de exportación o de origen. Estará respaldado por la autoridad competente del Estado miembro y completado por el primer destino”, dice la UE.
Los exportadores ecuatorianos señalan que se deben tomar las precauciones para evitar que las aduanas de la Unión Europea denigren al estado de la mercadería de banano orgánico a convencional por incumplimiento de esta enmienda. Y que será imposible cumplir con el sistema, que entra en vigencia el 3 de febrero.