«Mientras el mundo lucha contra la pandemia de coronavirus, la industria del transporte marítimo mundial está desempeñando un papel fundamental en la respuesta», destacó Mukhisa Kituyi, secretario general de la Unctad, en el que subrayó que no debe desatenderse el llamado de la industria a todos los gobiernos para que mantengan en movimiento el comercio marítimo permitiendo a los buques comerciales el acceso continuo a los puertos de todo el mundo y facilitando la rápida rotación de las tripulaciones de los buques.
El funcionario explicó que alrededor del 80% del comercio mundial se transporta por vía marítima comercial, que mueve los alimentos, la energía y las materias primas del mundo, así como los productos manufacturados y los componentes, según las estadísticas del organismo de la ONU, y destacó que esto incluye suministros médicos vitales, que son muy necesarios en este momento, y artículos que son necesarios para la preservación de muchos puestos de trabajo en la industria manufacturera, sin los cuales la sociedad moderna no puede funcionar.
Por ello, Kituyi insistió en que «en esta época de crisis mundial, es más importante que nunca mantener abiertas las cadenas de suministro y permitir que continúen el comercio marítimo y el transporte transfronterizo».
Lo anterior, según señaló, significa mantener los puertos del mundo abiertos para las recaladas de los buques y la rotación de sus tripulaciones con el menor número de obstáculos posible. Igualmente es necesario facilitar el tránsito. En ese sentido, el organismo destacó que «los países sin litoral necesitan tener acceso a los alimentos y los suministros médicos a través de los puertos marítimos de los países vecinos», indicó.
Conexión vital
Para Kituyi el transporte marítimo y los puertos mantienen unida la economía mundial. Conectan a los países, los mercados, las empresas y las personas, a una escala que no sería posible de otra manera y que, además, una amplia gama de bienes y productos básicos se transportan por mar para satisfacer las demandas de los sectores industrial y manufacturero, las necesidades de energía, así como las exigencias de las empresas y los consumidores.
Por ello, frente a la actual pandemia, el secretario general de la Unctad advirtió que los movimientos transfronterizos de bienes de socorro como los alimentos y los suministros médicos aumentarán drásticamente y en ese orden, su interrupción puede impedir la ayuda y el apoyo técnico necesarios; además de perturbar los negocios y tener efectos sociales y económicos negativos en los países afectados.
Por consiguiente, indicó que los gobiernos deberían seguir facilitando el movimiento no sólo de los bienes de socorro, sino de los bienes en general, para reducir al mínimo los efectos negativos del brote de Covid-19.
«Para asegurar que los bienes vitales lleguen a los consumidores y los hospitales de los países de destino, los organismos responsables deberían coordinar y cooperar dentro de los países y entre ellos, de modo que los bienes indispensables lleguen a las poblaciones tanto de los países costeros como de los países sin litoral», reafirmó.
Por ello, Kituyi que en la cumbre extraordinaria de los dirigentes del G-20 sobre la pandemia de Covid-19, «los dirigentes mundiales deberían hacer suyo el llamao hecho por la industria del transporte marítimo para mantener el comercio marítimo en movimiento permitiendo el acceso continuo a los puertos de todo el mundo y el rápido cambio de las tripulaciones de los buques», manifestó.
Gente de mar y trabajadores portuarios
También se refirió a los mayores controles y escrutinios en varios puertos de la gente de mar y a la imposición de reglamentos locales y restricciones de viaje y cuarentena que impiden su libre acceso y la suspensión de la rotación a bordo de los buques para disminuir sus interacciones sociales.
En ese orden destacó que junto a la observación de los protocolos sanitarios necesarios, los puertos deberían tratar a la gente de mar como trabajadores clave y concederles las mismas flexibilidades que se conceden actualmente a las tripulaciones aéreas y a los trabajadores sanitarios en el embarque y desembarque de los buques, ya que unos 100.000 miembros de tripulaciones de naves deben cambiar de turno cada mes.
Igualmente llamó a los operadores portuarios a estar preparados, dados los posibles riesgos para la salud pública y la economía, si su función clave en el tránsito bienes llegase a verse afectada por la propagación del virus.
En ese sentido, Kituyi señaló que «los trabajadores portuarios se enfrentan al peligro de contraer el Covid-19, y muchos puertos no están preparados si una masa crítica de trabajadores se enferma».
Desde el organismo explicaron además, que en varios puertos, especialmente en regiones muy afectadas como Europa, los bienes en tránsito ya están afectadas, y los medicamentos y equipos esenciales están siendo retenidos.
Por ello recalcó que «sin puertos en funcionamiento, los cargamentos, incluidos los que contienen suministros para salvar vidas, no pueden ser transportados a donde se necesitan». En este sentido, la Unctad subrayó que «los líderes del G-20 tienen una importante oportunidad de proteger la libre circulación de todos los bienes afirmando el buen funcionamiento de sus industrias de transporte marítimo, puertos y tránsito».
Finalmente, subrayó que «todas las soluciones tecnológicas disponibles para facilitar el comercio y el transporte deberían utilizarse para reducir la carga que supone Covid-19 para el comercio marítimo y transfronterizo»
Fuente: Mundo Marítimo