Wilmer Sánchez ayudaba en un negocio en una universidad. Decidió este año independizarse y montar un local de venta de refrescos cerca de la entrada del Terminal Portuario Guayaquil (TPG). Allí ofrece sánduches y jugos a los trabajadores y camioneros que acuden a ese puerto ubicado en la isla Trinitaria junto al estero Santa Ana, en el sur.
A diario vende unos 50 sánduches y 100 jugos. “Es bueno el movimiento en este lugar”, dice el emprendedor en su local desde el que se aprecia la fila de tráileres que a diario llegan a dejar o recoger contenedores.
Uno de esos tráileres era conducido por Abel Pico, chofer que en los últimos años ha estado ligado a la actividad portuaria. Antes iba al puerto de Contecon, pero ahora se mueve más en el puerto de TPG. Ese día esperaba retirar un contenedor en una hora.
TPG, del grupo chileno SAAM, se ha convertido en el segundo actor del sistema portuario de la urbe después de Contecon. El año pasado, esta terminal movilizó 6’853.577,63 toneladas de carga, algo que lo aproximaba cada vez más a Contecon, que recibe 8’517.310 toneladas, según cifras de la Subsecretaría de Puertos.
En la zona del estero Santa Ana, TPG ha desplegado grúas y muelles que le permiten recibir simultáneamente buques de hasta 305,9 metros de eslora y una capacidad de entre 4.000 y 6.000 TEU (unidad de contenedores de 20 pies).
Desde lo alto de una de sus cuatro grúas pórtico se ve la dimensión de sus instalaciones que se extienden entre las casas de la Trinitaria. Adentro el movimiento es intenso, en los patios, en los muelles, donde los cabezales hacen fila para recibir carga.
SAAM Puertos tiene en marcha otras inversiones para adaptarse al nuevo escenario que supone tener un canal de acceso más profundo con el dragado, que también beneficia a las terminales privadas.
Al momento están invirtiendo $ 10,75 millones para extender un muelle en 180 metros, que será entregado por etapas. La primera será en octubre y la obra completa estará el primer trimestre del 2020.
Luis Enrique Navas, gerente de TPG, dice que una vez culminados los trabajos de ampliación del muelle, estarán en capacidad de recibir naves de hasta 340 metros de eslora, de acuerdo con las regulaciones vigentes, cuya capacidad es de hasta 11.000 TEU.
Adicional a la extensión del muelle están incluyendo la incorporación de grúas Gantry Super Post Panamax, grúas RTG para manejo de contenedores en los patios, así como grúas portacontenedores reachstacker.
Según la Asociación de Terminales Portuarios Privados del Ecuador, gremio que aglutina a las principales instalaciones privadas, en cuatro puertos se despliegan este año inversiones por $ 71’228.832. Ese monto se suma a inversiones en curso por $ 20’955.723 del 2018.
En esos rubros están recursos que tiene en marcha Bananapuerto, terminal de creciente movimiento que está junto a TPG. El año pasado llegaron a sus instalaciones 272 buques.
Ahora se arman dos grúas pórtico en su muelle ampliado sobre el estero Santa Ana, para hacer más productiva la atención de buques.
Sergio Murillo, gerente de Naportec (Bananapuerto), señala que el plan de inversiones para 2018 y 2019 ejecutado ha sido de unos $ 20 millones y para los próximos cinco años planean otros $ 20 millones.
Por el mayor dragado, los muelles de Bananapuerto, según el ejecutivo, tienen ya el calado necesario para las nuevas profundidades de Guayaquil. “Hemos invertido en nuevos equipos de grúas e incrementado nuestra capacidad de almacenamiento de contenedores refrigerados”, dice Murillo.
El 2017, Fertisa invirtió $ 63 millones, mientras que QC Terminales y Ecuagrán también han efectuado inversiones en los 3 últimos años, que en conjunto suman $ 65,10 millones.
Personal que llega a realizar trabajos ligados a las actividades en esos puertos creen que es bueno tener más instalaciones que generen plazas. Diego Vera lleva dos años dando mantenimiento a contenedores refrigerados en tres puertos. “El trabajo es de todos los días, es fuerte, pero bueno”, dice. (I)
‘Terminales invirtieron bajo su propia cuenta y riesgo»
La Asociación de Terminales Portuarios Privados del Ecuador (Asotep), que agrupa a las principales instalaciones de ese sector, indica que sus afiliados obtuvieron sus permisos y autorizaciones de los máximos entes de regulación y control del Estado ecuatoriano y de acuerdo con el marco legal y regulaciones vigentes a la fecha de su constitución.
El gremio refuta los argumentos de Contecon, que asocia la pérdida de carga que ha sufrido, a las supuestas ventajas que tienen las terminales privados, las cuales han ganado participación en el mercado.
Asotep señala que en el contrato de concesión firmado por Contecon con la Autoridad Portuaria de Guayaquil (APG) se compromete a respetar la competencia actual y futura de los puertos privados ya establecidos en Ecuador.
Los terminales privados refieren que recibieron del Estado únicamente una autorización y bajo su cuenta y riesgo invirtieron en infraestructura desde cero y empezaron a generar negocio.
“El Estado no entregó ningún activo ni negocio en marcha a ninguno de los puertos privados, cosa que sí hizo al entregar a Contecon una terminal con un negocio en marcha que factura desde el día 1 de la concesión”, refiere la asociación.
Fuente: Diario EL UNIVERSO