La economía de Perú crecerá en torno a 2,5% en 2019, probablemente el mejor desempeño de la región, a pesar de afrontar uno de sus peores años debido a factores externos como menor inversión privada, incertidumbre política y una creciente migración venezolana.
En lo que va de 2019, el desempeño de la economía peruana «ha sido evidentemente decepcionante», con un alza de 1,7% en la primera mitad del año, dijo Alonso Segura, exministro de Economía en el Gobierno de Ollanta Humala (2011-2016), en un análisis de la situación.
«Debería mejorar en la segunda mitad del año. De hecho, el mes de julio ha habido un crecimiento de 3,2%, pero es muy difícil que para el año podamos lograr un crecimiento superior al 2,5% y, eso, creo que con suerte», agregó. «Vamos a ser los primeros de la clase, en la peor de las clases», expresó Segura al comentar que los estimados de crecimiento para América Latina están por debajo del 1% en este año.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Perú creció 3,99% en 2018 y las proyecciones oficiales para este año se fijaron sobre 4%, pero luego se fueron corrigiendo hacia la baja, quedando en 3,4%. El también catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú señaló que un factor importante en la caída del crecimiento, respecto al año pasado, «es la situación externa que se ha deteriorado y sobre todo sigue con factores de riesgos, que sugieren que podría haber mayor deterioro, siempre condicionando la economía peruana».
Entre esos factores externos, Segura mencionó los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, que golpean el comercio a nivel global y el precio de las materias primas, así como la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Además, Segura indicó que «parte del debilitamiento del crecimiento de la primera mitad del año también se debió a efectos transitorios en sectores primarios», como la pesca que no tuvo temporada de extracción, y los conflictos sociales en la mina Las Bambas, que no ha podido exportar su producción de cobre.
Respecto a la demanda, ha habido una «desaceleración generalizada», donde el consumo privado crecerá alrededor de 3% y «la inversión privada no minera probablemente caiga en el año». En la misma línea, «la inversión pública va a crecer muchísimo menos y las exportaciones también, por la coyuntura externa», anotó. Con un gobierno en ascuas, por la propuesta del mandatario Martín Vizcarra de adelantar las elecciones generales al próximo año, el economista afirmó que «el estar meses entrampados, no sólo con el ruido político tan elevado, (sino) no saber si va a haber elecciones en 2020 o 2021, añade una situación bastante incierta».
«Hay un grupo de inversiones que se postergan, que se ralentizan ante incertidumbre de este tipo», especialmente en los proyectos nuevos de infraestructura que el Estado intenta promover, agregó. Otro ingrediente que puede haber contribuido a una caída de los salarios y a un incremento del mercado laboral informal es la migración venezolana, que superó las 800 000 personas este año en Perú.
Segura explicó que «la economía formal no tiene manera de absorber eso, como es muy rígido el mercado laboral, ahí no hay mucho espacio para que puedan absorberlo, entonces terminan entrando en el mercado más flexible del planeta que es el mercado informal».
Sin embargo, desde el punto de vista de los ingresos de las familias, esta migración «genera una presión a la baja (de los salarios), por eso es que los ingresos no están creciendo». Sobre este punto, el economista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Hugo Ñopo, destacó mas bien que el flujo migratorio no haya generado mayor desempleo en Perú.
«Esto da señal de una economía que ha sido capaz de generar muchísimo empleo», dijo Ñopo, aunque este sea en el sector informal y de la más baja productividad, como el comercio y la agricultura.
Si el 2019 ha sido decepcionante para los expertos, el 2020 puede presentarse aún peor o, en el mejor de los casos, seguir con un alza de aproximadamente 3%. «Los siguientes 18 meses son de mucha vulnerabilidad a nivel internacional, se está debilitando el crecimiento en todas las regiones del mundo, con conflictos geopolíticos», expresó Segura.
En el caso de Perú, «no sabemos ni siquiera cuándo va a haber elecciones, no tenemos idea y previsiblemente todavía vamos a seguir en esa incertidumbre y cuando se sepa la fecha de las elecciones, va a ser una elección improvisada», opinó. «Entonces, estamos potencialmente viendo dos años parecidos, bastante mediocres, y quizás con mayor deterioro», añadió el también socio fundador de la asociación civil Hacer Perú dedicada al debate de políticas y gestión pública.
Fuente: Diario EL COMERCIO