La inversión en combustibles alternativos continuó en el primer semestre de 2024, representando alrededor de un tercio de todas las órdenes de construcción de buques y el 41% de la capacidad solicitada. Esto, según cifras que Clarksons Research publicó recientemente su último informe que muestra el progreso de la adopción de combustibles alternativos y las inversiones en tecnologías de ahorro energético en toda la flota naviera mundial.
Las órdenes contabilizadas incluyen buques capaces de utilizar GNL (109, 51 sin contar los metaneros), metanol (49), amoníaco (15), GLP (42) e hidrógeno (4). Sin contar los metaneros, la proporción relativa de tonelaje capaz de utilizar GNL aumentó en relación con aquella capaz de utilizar metanol en el primer semestre, en comparación con los niveles de igual periodo 2023.
Aunque el primer semestre representa una disminución en la proporción de órdenes de buques impulsados por combustibles alternativos desde el máximo de 2022 (54% de participación de la capacidad ordenada), refleja en parte un cambio en la combinación de órdenes de construcción por tipos de buques que incluye, por el momento, volúmenes de órdenes confirmadas más bajas de portacontenedores confirmadas. Sin embargo, con el enfoque en la «opcionalidad» futura, los pedidos que involucran el estado «listo para» (ser propulsado por un determinado combustible alternativo) han aumentado a alrededor de una quinta parte de todos los encargos (169 pedidos, equivalentes al 22% de la capacidad ordenada).
Con el libro de órdenes confirmado (~50% de la capacidad ordenada actualmente es de combustible alternativo) y la inversión proyectada en los próximos años, Clarkson Research adelanta que más de una quinta parte de toda la capacidad de la flota será capaz de usar combustibles alternativos para fines de la década (2017: 2% de la capacidad de la flota «en el agua», 2024: 7%, 2030: >20%).
Infraestructura portuaria rezagada
Las inversiones en infraestructura portuaria y la disponibilidad de combustibles “verdes” siguen rezagadas, según plantea Steve Gordon, director global de Clarksons Research: “nuestro Green Technology Tracker contabiliza 273 puertos con abastecimiento de GNL y 251 puertos con conexión a la red eléctrica en tierra o prevista, pero solo existen 29 puertos con abastecimiento de metanol disponible y previsto”, detalla.
Una flota envejecida (12,8 años en base ponderada por tonelada de arqueo bruto, frente a un mínimo de 9,7 años en 2013), más del 30% de la capacidad de la flota del año pasado tenía calificación D o E de acuerdo con el CII y largos plazos de espera para próximas entregas (~3,5 años) en los principales astilleros, indican que la modernización de las tecnologías de ahorro de energía (EST) sigue siendo una parte crucial de la vía hacia la descarbonización del transporte marítimo.
Hasta ahora, se han instalado tecnologías de ahorro de energía (EST) en más de 8.713 buques, lo que representa el 33,5% de la capacidad de la flota: esto incluye conductos de hélice, bulbos de timón, rotores Flettner, cometas de viento, sistemas de lubricación por aire y otros (>493 buques con sistema de lubricación por aire y >116 unidades que incluyen asistencia «eólica» en la flota y el libro de órdenes). Clarksons Researsch también incluye 31 buques de la flota (más 28 recién construido) que prueban la tecnología de captura de carbono a bordo.
El informe estima que las emisiones globales de GEI del transporte marítimo aumentarán en ~3% en 2024 hasta alcanzar 1.046 millones de toneladas de CO2e sobre una base WTW y superarán los niveles de inicios de la pandemia de Covid-19, con una mayor proporción de tiempo en el mar (suponiendo que continúen los desvíos del Mar Rojo), con algunos aumentos en la velocidad (especialmente en el sector portacontenedor), aunque se proyecta que la tendencia subyacente a largo plazo de disminución de la velocidad continuará y el incremento del comercio más que compensará la creciente proporción de buques con combustible alternativo, buques «ecológicos» y capacidad con EST.
Fuente: Mundo Marítimo