Un dron siguió la trayectoria del enorme APL Esplanade desde que entró al estero que conduce a las terminales portuarias de la isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil.
Era la mañana del 16 de enero y el buque de 368,62 metros de eslora (longitud de proa a la popa) y 52 metros de manga (ancho) se divisaba desde varios rincones del estero Santa Anta. En su cubierta llevaba hasta una hilera de ocho contenedores, uno sobre otro.
Es el buque más grande que ha entrado a Guayaquil, con el beneficio que ahora supone tener un canal de acceso más profundo con el dragado que hizo la firma Jan De Nul.
Desde mayo pasado, una vez que se retiró el obstáculo llamado los Goles, la ciudad comenzó a recibir de a poco buques de enormes dimensiones, cuya eslora y manga podría equivaler al tamaño de 3,5 a 4 canchas de fútbol profesional.
Dos de ellas atracaron en muelles de Contecon, el puerto estatal concesionado, y las otras dos fueron a los muelles de TPG. El APL Esplanade, que ingresó en enero pasado, se suma a este grupo de portacontenedores que han entrado en esta nueva era portuaria.
Sergio Murillo, ejecutivo de Bananapuerto y presidente de la Asociación de Terminales Portuarios Privados del Ecuador, señala que las terminales han debido adecuar sus infraestructuras con reforzamiento o crecimiento de muelles, dragado de sus frentes de atraque e inversiones en maquinaria portuaria (grúas de mayor alcance) para atender las naves que transitan aprovechando el mayor calado del canal.
El directivo explica que las infraestructuras portuarias están listas para recibir el crecimiento económico de los próximos 20 a 25 años, pero la llegada de naves de enormes dimensiones dependerá del desempeño del país.
“Las líneas navieras son muy ágiles y dinámicas en leer los flujos de carga, y en base a eso tomar decisiones de enviar buques más grandes. Lo importante para capitalizar esto, y que ya está realizado, es que el canal está listo y los terminales portuarios adecuados con sus infraestructuras”, dice.
Pero terminado el dragado hay desafíos por cumplir para aprovechar mejor este momento. Javier Moreira, gerente regional de CMA CGM, la naviera que más buques gigantes ha ingresado tras el dragado, considera que los puertos deben de prestar soluciones logísticas que anteriormente se daban en áreas extraportuarias: bodegas, consolidación, distribución.
Expectativa
Fernando Donoso, presidente de la Cámara Marítima del Ecuador, ha indicado que luego de los trabajos de dragado es necesario mejorar la conectividad vial hacia los puertos. El quinto puente, que conectará la zona portuaria con Durán, es uno de los proyectos que el sector naviero considera importantes. El Ministerio de Transporte dijo la semana pasada que recibió una propuesta privada para esa obra.
Fuente: Diario EL UNIVERSO