Por: Karla López C.
klopez@camae.org
La rápida expansión del comercio electrónico es de vital importancia para el mercado de transporte de contenedores, dada las implicaciones relacionadas para los patrones de consumo, ventas modelos, redes de distribución y transporte y logística.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) estima el comercio electrónico global en casi USD 26 billones en 2016.
El comercio electrónico de empresa a consumidor, incluidas las transacciones transfronterizas, está creciendo rápidamente, y Asia se está convirtiendo en un área de gran crecimiento.
El comercio electrónico transfronterizo en China cubre hasta el 20 % del total de sus importaciones. En India, las ventas de comercio electrónico se estimaron en torno a USD 40 mil millones en 2016, frente a USD 4 mil millones en 2009, mientras que En Indonesia, el mercado movió de USD 6 mil millones en 2016.
Para 2020, se espera que el 45 por ciento de los compradores en línea compren productos de otros países. Esto representaría un aumento de cuatro veces en el valor de las ventas transfronterizas desde 2014 (Colliers International, 2017).
El envío, al igual que otros modos de transporte, también forma parte de la cadena de suministro del comercio electrónico. Sin embargo, no está claro hasta qué punto el transporte de contenedores puede beneficiarse de los flujos comerciales del comercio electrónico y capturar algunas de las ganancias asociadas, dado el porcentaje relativamente pequeño de los flujos transfronterizos de comercio electrónico entre empresas y consumidores y la participación de modos alternativos de transporte.
La velocidad del transporte aéreo posiciona favorablemente a la aviación como una mejor opción para el comercio electrónico, especialmente para carga de alto valor y sensible al tiempo. El transporte ferroviario también podría ganar cuota de mercado, como lo demuestran los desarrollos en las conexiones ferroviarias China-Europa y el ejemplo ofrecido por el servicio China-Alemania anunciado en el portal de Alibaba (Colliers International, 2017).
Sin embargo, se espera que el transporte marítimo contribuya al comercio electrónico y se beneficie del transporte de otros bienes y productos que se basa en la construcción de inventarios cerca de los mercados de consumo.
Para que el envío aproveche el potencial comercial que se deriva del comercio electrónico, los operadores deben adaptarse, aprovechar la tecnología para lograr mayores eficiencias y diseñar soluciones integradas para la cadena de suministro que sean amigables con el comercio electrónico.
La adaptación y la planificación para el cambio son fundamentales para que el envío siga siendo un actor relevante en el mercado.
Las líneas navieras reconocen los riesgos potenciales y parecen estar adaptando sus modelos de negocios para tener en cuenta estas tendencias emergentes, incluso mediante el aprovechamiento de la tecnología y la digitalización para garantizar el aumento de la eficiencia y la participación del mercado.
Un ejemplo es la nueva estrategia de integración global implementada por Maersk para reducir costos, mejorar la confiabilidad, mejorar la capacidad de respuesta y forjar un mejor vínculo con los clientes (Maersk, 2018).
Fuente: UNCTAD
