Por: Redacción CAMAE
klopez@camae.org
La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en el mundo post pandemia del coronavirus (COVID-19) exige a los países y sus gobiernos más cooperación e integración regional, más multilateralismo, nuevos sectores estratégicos y mayor integración productiva.
Así lo afirmó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que encabezó una reunión virtual extraordinaria de la Comunidad de Práctica de los países de la región que en 2020 presentan sus informes nacionales voluntarios ante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que se celebra en el mes de julio. En el encuentro participaron altos representantes de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá y Perú, así como los puntos focales nacionales de la Agenda 2030, sus equipos técnicos, coordinadores residentes y expertos de la CEPAL y del sistema ONU.
Alicia Bárcena precisó que antes de la pandemia América Latina y el Caribe registraba siete años de lento crecimiento con tasas crecientes de pobreza, pobreza extrema y desigualdad, espacio limitado de política fiscal y conflictos sociales crecientes.
Recordó que las estimaciones señalan que los efectos de la pandemia generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930, con un crecimiento proyectado de -5,3%, un importante deterioro de los indicadores laborales en 2020 que generaría casi 12 millones más de desempleados en la región y un aumento de casi 30 millones de pobres.
Alicia Bárcena subrayó que es urgente avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo que se oriente a más bienestar y sostenibilidad ambiental, y una gobernanza internacional inclusiva y sostenible con base en la Agenda 2030.
“Solo con un nuevo modelo de desarrollo evitaremos volver a transitar por los caminos que condujeron a una situación en la que los efectos de la pandemia pueden no solo ser devastadores en el corto plazo, sino también deteriorar las condiciones de la recuperación y el desarrollo”, expresó.
La representante de la CEPAL, llamó a pensar el futuro de la región en la nueva geografía económica para depender menos de manufacturas importadas e imaginar cadenas de valor regionales. En ese sentido, subrayó la importancia de implementar políticas industriales que permitan a la región fortalecer capacidades productivas y generar nuevos sectores estratégicos.
“Para incidir en la nueva economía mundial, la región debe avanzar hacia una mayor integración productiva, comercial y tecnológica. Un mercado integrado de 650 millones de habitantes constituiría un importante seguro frente a perturbaciones generadas fuera de la región”, concluyó.