Por: Redacción CAMAE
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A medida que llegan más contenedores a los puertos estadounidenses, existe preocupación sobre el aumento de los costos de almacenamiento.
Los importadores de EE. UU. no han perdido el tiempo cambiando de marcha: después de haber tratado de acelerar las entregas de China hace unas semanas, ahora están en reversa, tratando de frenar las importaciones o cancelarlas de inmediato.
«Los importadores están cancelando pedidos de izquierda a derecha», dijo Cathy Morrow Roberson, analista principal y fundadora de Logistics Trends & Insights.
Se difieren los envíos o buscan extender los tiempos de tránsito, todo en marcado contraste con la reciente prisa por traer mercancías desde China.
«Hay una combinación de cancelación y aplazamiento. Depende de cuánto inventario tengan a mano y cuánto esperen retirar ”, indicó Roberson.
Bob Imbriani, vicepresidente senior internacional de Team Worldwide, informó que algunas compañías no puede cancelar pedidos, por lo que el aplazamiento era su única opción de mitigación.
Algunas terminales de carga en los puertos de EE. UU. ralentizan las operaciones a medida que disminuyen las importaciones.
«Mientras que algunas terminales funcionan en horario normal, otras tienen un horario reducido o están cerradas durante uno o dos días a la semana», comunicó ayer Crane Worldwide Logistics.
Los fabricantes de automóviles también han retrasado los pedidos, señaló Imbriani. Con las fábricas cerradas en respuesta a la pandemia, no necesitan piezas en sus líneas de montaje de América del Norte.
Gran parte de la fabricación está inactiva, dijo Roberson, y no espera que el sector vuelva a funcionar hasta el verano, y eso puede ser optimista, agregó.
La parálisis de las fábricas y las tiendas ha llevado a la preocupación de que la ola de importaciones que llegará a los puertos estadounidenses podría causar una gran congestión.
Según los informes, los fabricantes y minoristas no están recogiendo carga de los puertos, evocando el espectro de terminales, muchos de los cuales ya se encuentran en un gran número de contenedores vacíos, obstruyéndose, consignó Loadstar.
Estas preocupaciones se ven reforzadas por informes de una mayor demanda de espacio de almacenamiento en las instalaciones de almacenamiento.
“Hay una gran demanda de almacenamiento. Varios clientes trajeron productos para ponerlos en producción, ahora están sentados casi como depósitos muertos «, dijo Imbriani.
La capacidad de almacenamiento ha sido limitada en los EE. UU. Durante el año pasado, lo que ha elevado las tasas. En algunos lugares, el espacio de almacenamiento es difícil de encontrar.
Si bien esto puede ofrecer cierto alivio a los operadores de terminales marítimas, es ominoso para el mercado de carga marítima, señaló Roberson.
Los transportistas probablemente estarán luchando con una demanda débil. Y cuando finalmente se recupere, los buques oceánicos no serán los primeros en la línea para recoger el rebote.
«Cuando los comerciantes minoristas comiencen a ordenar nuevamente, utilizarán el transporte aéreo para ponerse en marcha», dijo.
