En medio de los desafíos actuales, el Canal de Panamá está adoptando medidas proactivas para garantizar su competitividad y capacidad operativa de cara al futuro. El principal reto, en este sentido, es la disponibilidad de agua dulce tanto para el consumo de la población como para el tránsito de buques.
Durante una reciente presentación a los medios de comunicación locales e internacionales, el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, destacó los esfuerzos que llevan adelante los especialistas del Canal para gestionar la intrusión de agua salada en el Lago Gatún, una fuente de agua crucial para más del 50% de la población del país. Esta situación se ha visto agravada por una prolongada estación seca, que ha provocado escasez de lluvias.
Ajustes en el calado
En respuesta a los impredecibles patrones meteorológicos y a la necesidad de garantizar un servicio fiable y sostenible, el Canal de Panamá mantiene un calado de 44 pies o 13,41 metros en los próximos meses. Esta medida se mantendrá a menos que se produzcan cambios significativos en las condiciones meteorológicas con respecto a las previsiones actuales. En consecuencia, el Canal permitirá el tránsito de una media de 32 buques diarios durante este periodo.
Este ajuste del calado es esencial porque se espera que los cambios en los patrones de precipitación afecten la disponibilidad de agua en Panamá, reflejando un fenómeno global, y con la posibilidad inminente de la preminencia del evento climático de El Niño antes de que finalice el año.
Tránsito de naves
A pesar de las medidas de ajuste del calado, el 1 de agosto, el portacontenedores “Ever Max”, de la naviera Evergreen, realizó con éxito su tránsito inaugural por las esclusas Neopanamax. La nave, perteneciente al registro de buques de Singapur y construida en 2023, tiene una eslora de 366 metros y una manga de 51 metros, con un calado superior a 50 pies.
Sin embargo, debido a las actuales condiciones meteorológicas y a las limitaciones de calado, el buque tuvo que dejar parte de su carga en el Puerto de Balboa, que luego fue transportada por tierra hasta la Terminal de Contenedores de Colón. Como resultado, el Canal de Panamá dejó de percibir más de US$40.000 en peajes por este tránsito.
Retos a futuro
La atención del Canal hacia el futuro no se limita a abordar los desafíos actuales, sino que también incluye iniciativas medioambientales proactivas. Se llevan a cabo esfuerzos para salvaguardar la cuenca hidrográfica, preservar la cubierta forestal y explorar la posibilidad de desarrollar un corredor logístico para diversificar las opciones de manipulación de carga dentro del país.
Además, el Canal está invirtiendo en la mejora de sus capacidades tecnológicas. El Administrador del Canal destacó la importancia de integrar datos hidrometeorológicos y analizarlos a gran escala. Se espera que este enfoque, basado en datos, impulse la eficiencia y competitividad de la vía acuática.
Por otro lado, los recursos humanos son un aspecto crucial de los planes futuros del Canal. Con unos 2.000 empleados a punto de jubilarse, se adelantan esfuerzos para contratar y formar a personas con nuevas cualificaciones para satisfacer las necesidades cambiantes del sector.
«Hemos administrado con éxito el Canal como panameños, ampliado las esclusas y garantizado la fiabilidad. Ahora, en esta tercera etapa, mientras damos forma al Canal para el futuro, estamos deseosos de identificar las mejores oportunidades para Panamá en las circunstancias actuales», dijo el administrador, esbozando el enfoque visionario del Canal para mantenerse relevante y exitoso en los años venideros.
Fuente: MUNDO MARITIMO
