Desde el 1 de agosto y hasta el 30 de noviembre de 2022, el Canal de Panamá está solicitando a los buque que lo transitan a que sigan las medidas anuales de velocidad y navegación para evitar colisiones con ballenas, delfines y otros grandes mamíferos acuáticos que comienzan su migración estacional cerca de la vía acuática.
En concreto se pide a los buques que navegan hacia y desde el Canal durante este periodo que se mantengan dentro de las áreas de navegación designadas, conocidas como Esquemas de Separación de Tráfico (TSS), que minimizan las áreas de superposición entre los buques y la vida marina en migración. Las medidas anuales establecidas por la Organización Marítima Internacional (OMI) también exigen que los buques que entren o salgan del Canal a través del Océano Pacífico mantengan su velocidad a 10 nudos o menos, una práctica conocida como Reducción de la Velocidad del Buque (VSR).
«Como facilitadores del comercio marítimo mundial, es nuestra responsabilidad minimizar los impactos ambientales de nuestras operaciones», dijo el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez. «Estas medidas representan algunas de las formas simples, pero críticas, en que el Canal de Panamá y las líneas navieras deben trabajar juntos para asegurar un futuro más sostenible para el comercio mundial».
Desde que se introdujeron las medidas de SST en 2014, la probabilidad de que se produzcan incidentes graves ha disminuido considerablemente para los buques y la vida marina, incluida la de las ballenas jorobadas, que migran desde las latitudes del norte y del sur durante su temporada de invierno a las aguas cálidas de Panamá para dar a luz y criar a sus crías.
Según el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), las colisiones con los buques son una de las amenazas humanas más preocupantes para las poblaciones de ballenas, aunque la reducción de la velocidad de las naves puede dar a los mamíferos tiempo suficiente para responder y evitar colisiones, al tiempo que permite a las embarcaciones detenerse o maniobrar en consecuencia.
Un estudio del STRI confirmó que los accidentes mortales entre ballenas y embarcaciones fueron un 38% menores entre 2017 y 2019 en comparación con los ocurridos entre 2009 y 2011, antes de que se aplicaran las medidas del SST.
También se ha comprobado que las políticas de SST refuerzan la seguridad marítima y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los datos obtenidos por el Canal de Panamá a partir de los sistemas de identificación automática (AIS) individuales de los buques encontraron que aquellos que siguieron estas medidas entre 2017 y 2021 ahorraron más de 30.000 toneladas de CO2 en total, aunque los resultados varían según el tipo de buque, el tamaño y el combustible.
«El programa anual de SST muestra cómo hacer pequeños cambios puede llevar a beneficios descomunales cuando se trata de la sostenibilidad», dijo Maxim Rebolledo, especialista ambiental del Canal de Panamá. «Agradecemos a nuestros clientes su colaboración en este tema y los esfuerzos más amplios del Canal de Panamá para salvaguardar el medio ambiente».
“Como la única vía acuática importante que depende del agua dulce, y líder en el comercio mundial y la industria marítima, el Canal de Panamá implementa iniciativas para maximizar la eficiencia ambiental y de operaciones con un impacto positivo en la reducción de GEI. Desde su creación, el Canal de Panamá ha reducido más de 850 millones de toneladas de CO2. En la actualidad, el Canal de Panamá sigue siendo un firme partidario y un participante activo en la creación de la normativa de la OMI para toda la industria”, concluyó el Canal.
Fuente: MUNDO MARÌTIMO