Por: Redacción CAMAE y Andre Simha, CEO en Mediterranean Shipping Company
Antes de la adopción del contenedor, el envío internacional era un asunto caótico. Los bienes fueron transportados en barriles, sacos, cajas y cartones. Podría llevar semanas a los trabajadores del muelle cargar un barco.
En 1937, molesto por las ineficiencias del transporte de mercancías, Malcom McClean, propietario de un camión estadounidense, concibió un nuevo contenedor de transporte intermodal, una caja de tamaño universal que se podía usar en camiones, trenes y barcos, en todo el mundo.
Un par de décadas más tarde, su idea cobró impulso, y con el tiempo se convirtió en el estándar de la industria, revolucionando el envío en el proceso. El tiempo para cargar y descargar barcos se acortó de semanas a una cuestión de horas, y se hizo más fácil (y más barato) que nunca para trasladar la carga de la tierra, al mar y de nuevo a la tierra, a todos los rincones del mundo.
Esta estandarización del contenedor de envío aceleró nuestra industria, abrió innumerables oportunidades y permitió el auge del comercio global.
Ahora, en 2019, nos enfrentamos a un nuevo reto.
A medida que evolucionábamos; diferentes operadores utilizaron diferentes formatos, sistemas y protocolos de comunicación. Al hacerlo, la complejidad aumentó y la interoperabilidad se hizo más difícil. En un sentido de comunicación, estamos de vuelta para apilar la nave con barriles, sacos y cartones. Puede funcionar, pero es ineficiente. Y en un mundo cada vez más digital y de bajo demanda, las expectativas de los clientes son más altas que nunca.
Para aprovechar las muchas oportunidades que tenemos por delante (IoT, big data, blockchain, por nombrar algunas), primero debemos mejorar la estandarización en toda la industria.
Es hora de un contenedor de comunicaciones de datos. Un argumento para la estandarización.
Es natural para nosotros servir a nuestros clientes; para resolver sus problemas, y al hacerlo, esperamos obtener una ventaja competitiva.
Los puertos, los transitarios y los clientes rara vez tratan con un solo transportista. Y los formatos que compiten pueden llevar a la fricción y la frustración, ya que la información no fluye tan bien como podría. En una industria con altos grados de interacción, la estandarización es esencial.
En el mundo de la tecnología de consumo, Bluetooth es uno de los ejemplos de estandarización exitosa. Esta tecnología común hizo posible que los usuarios de todos los tipos de dispositivos se conecten a otro de forma sencilla y sin problemas. Al hacerlo, surgió un nuevo mercado para periféricos de todo tipo de fabricantes, que ofrece una experiencia más fluida y más conectada para los consumidores.
Otro ejemplo puede verse en las telecomunicaciones. Al estandarizar las tarjetas SIM y las redes móviles en todo el mundo, los clientes ahora pueden viajar libremente y cambiar de dispositivos sin la fricción y la incompatibilidad de los formatos de la competencia.
Tales ecosistemas abiertos pueden parecer contradictorios para un negocio individual, pero las oportunidades de escala que desbloquea son mucho mayores.
Marcar la diferencia
Para ser competitivo, una empresa debe diferenciarse. Pero debemos diferenciar dónde agregará valor verdadero a nuestro cliente.
Imagine los dolores de cabeza si cada transportista compitiera por el tamaño y las dimensiones de sus contenedores. En una industria tan dependiente de la interacción con otras partes, tiene sentido para nosotros acordar estándares que beneficien a todos.
Las aerolíneas, por ejemplo, mejoraron la colaboración con los acuerdos de código compartido. Al implementar algunos estándares, desbloquearon oportunidades para todos y liberaron recursos para enfocarse en diferenciar en la experiencia del cliente.
La competencia y la colaboración pueden coexistir y beneficiar al cliente.
Fue precisamente este sentimiento lo que llevó a MSC y a importantes compañías de transporte a anunciar planes para una nueva asociación de la industria el año pasado. El objetivo es encontrar soluciones a algunos de los mayores desafíos de comunicación de datos de la industria, en beneficio de los clientes y de la industria en general.
El camino por delante
Es un momento emocionante para la industria. Con cinco operadores principales (A.P. Moller – Maersk, CMA CGM, Hapag-Lloyd, MSC y Ocean Network Express) formando una base sólida para crear un cambio significativo a través de la creación de estándares de la industria digital.
En última instancia, la industria debe colaborar para avanzar. Lograr la contención de las comunicaciones de datos.