La contribución solidaria para afrontar la emergencia sanitaria, propuesta en el proyecto de Ley de Ayuda Humanitaria que se discute en la Asamblea Nacional, sigue sumando detractores.
Ayer, los representantes de los sectores exportadores más importantes del país manifestaron su posición, a través de una rueda de prensa virtual y, de paso, dieron detalles de cuál es su situación en medio de la pandemia de COVID-19.
Camaroneros, bananeros, cacaoteros y atuneros, son parte de los rubros, considerados esenciales para el país, que no han parado sus actividades en los dos últimos meses.
Pese a que no se han detenido, los exportadores han tenido que afrontar un mercado internacional que se ha desacelerado por el confinamiento o que presenta problemas logísticos. Esos inconvenientes se han reflejado en caída de exportaciones en los meses anteriores y el mediano plazo tampoco es alentador: se prevé que el consumo global se mantenga decaído.
Con ese panorama se proyecta que las exportaciones caigan $ 1.200 millones al cierre de 2020. Entre un 10 o 20 % menos que en 2019.Los exportadores señalaron que pese al complejo panorama no han despedido trabajadores y ahora buscan cuidar su liquidez.
“No confundir solvencia con liquidez. Recientes impuestos por Ley de Simplificación Tributaria generarán más de $ 190 millones. Nuevos impuestos nos golpearán más y destruirá productividad e inversión realizada el año anterior”, señaló Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP).
Gremios de la principal oferta exportadora rechazan la imposición de más tributos
Leone señaló que la contribución se trata de un nuevo impuesto y añadió que no es la primera vez que el Gobierno recurre a contribuciones para salir de apuros.
El titular de la CNP sostuvo que es un problema sistemático, que año a año se ha repetido en diferentes leyes aprobadas.
¿Cuáles son las perspectivas para las exportaciones atuneras en este año?
Leone señaló que cuando empezó la crisis los envíos de atún estaban bastante bien, sin embargo han ido cayendo. Trabajadores en las plantas se han comenzado a enfermar y debido a los protocolos han debido reducir su capacidad operativa, sostuvo Leone.
“Estamos trabajando al 50 %. Nosotros estimamos que entre marzo y abril se perderán entre $ 20 y $ 25 millones cada mes“, añadió Leone.
El titular de Anecacao, Francisco Miranda, señaló que el sector agricultor está plagado de informalidad y que la generación de nuevos gastos alejan más a los agricultores de la formalidad.
“La formalidad es un requerimiento básico para generar valor agregado en la agroexportación. Nuestros mercados afuera así lo exigen. Nuestros competidores están recibiendo créditos blandos, subsidios, fondos de estabilización de precios, muchas prebendas que dan mejorías competitivas contra la producción ecuatoriana”, dijo Miranda.
El “nuevo impuesto” quitará competitividad a las exportaciones, señaló el representante de Anecacao.
Miranda añadió que los empleos del sector exportador ahora dependen de la Asamblea. Actualmente, el sector cacaotero emplea a 350.000 familias y la contribución afectaría al bolsillo de cada uno de ellos.
El titular del gremio señaló que el sector cacaotero no piensa despedir trabajadores. Si les dan insumos y recursos buscarán emplear más gente, añadió.
Por ahora, al sector le preocupa la reducción de consumo en los sectores hoteleros y de restaurantes.
“No puede haber dolarización si no hay dólares”, recalcó Juan José Pons, coordinador del clúster bananero del país.
Este señaló que, sin recursos generados por el petróleo, y sin prospectos de inversión, las exportaciones, que generan un 70% de rubros para el país, son el único generador de divisas y que justo por ello “tiene que ser premiada no castigada con impuestos”.
Este agregó que el sector bananero contrata 300.000 personas de manera directa e indirecta, sin sumar los otros sectores productivos, e indicó que, de continuar sumando impuestos, estos no podrían continuar conservando los puestos de trabajo, lo que podría triplicar la tasa de desempleo.
“El debate no debería estar concentrado en cuánto le pueden sacar al sector privado y al consumidor. Esta no es una contribución humanitaria, es un impuesto.
Solo de enero a marzo, las exportaciones bananeras han caído en 5 millones de cajas mensuales, estamos hablando de 50 millones de dólares menos”.
Pons dijo que el Gobierno debe replantearse los subsidios y el gasto fiscal.
“El estado no puede continuar con un modelo en el que se extrae renta del sector privado como que fuera ilimitada (…) es un modelo insostenible”, subrayó José Antonio Campuzano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura.
Según el directivo, las proyecciones para la industria camaronera es preocupante. Este indicó que solo en marzo, durante las dos primeras semanas de la emergencia sanitaria, el volumen de exportación se redujo en un 22 %, mientras que en abril, esta baja fue del 40%, lo que, entre ambos meses, representa una pérdida de $ 170 millones para el Estado en concepto de importaciones.
Campuzano agregó que los cálculos para 2020 no son positivos y que estiman una reducción de hasta $ 500 millones por la reducción de la demanda de camarón en los mercados internacionales, debido a fuertes afectaciones a la industria hotelera y de restaurantes, rubro que conforma la mitad de las exportaciones.
La prioridad, dijo este, es conservar los empleos, lo que no se podrá hacer con un nuevo tributo, y aun cobrando aranceles a la materia prima que importa el sector para laborar.
Fuente:Diario Expreso
