Por: Karla López C.
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El estancamiento político sobre la futura relación del Reino Unido con la Unión Europea-UE genera incertidumbre en el sistema portuario del Reino Unido.
Los puertos del país europeo se preparan para una lucha con lo desconocido. En enero pasado, una encuesta realizada por Odgers Berndtson reveló que solo el 16% de los aproximadamente 100 puertos y autoridades portuarias de la nación en mención, realizaron planes significativos o prácticos para estar preparados ante la salida del país de la UE. El 25% realiza los ajustes necesarios. Sin embargo, el 59% espera un impacto negativo o muy negativo.
Hacer esos planes ha sido precisamente el problema. En «tiempos normales», ¿quién se comprometería a realizar inversiones sustanciales basadas en arenas movedizas?
A principios de abril, se conoció que el gobierno solo había proporcionado el 10% del dinero necesario para los preparativos Brexit sin acuerdo en Portsmouth, e informó que el riesgo estimado de interrupción no justificaba una financiación adicional.
Esto a pesar de las advertencias del director del puerto, Mike Sellers, de que con solo 13 camiones entre el puerto y la autopista, las demoras causadas por los controles aduaneros posteriores al Brexit podrían causar congestión en toda la ciudad, así como obstaculizar severamente los suministros a la Isla de Wight e Islas del Canal.
«Para la gran mayoría de los puertos, hay una sensación de mirar más allá del ruido del Brexit y de mantener los fundamentos reales de la geografía y la importancia del comercio marítimo en el Reino Unido y mantenerlo respaldado por un sólido historial de inversión continuo”, dijo Tim Morris, director ejecutivo del UK Major Ports Group.
Asimismo agregó: “Dentro de eso, hay mucho trabajo para todos, no solo para los que se encargan de rodar en roll off (ro-ro) acompañado, en términos de preparación para Brexit. Eso no es solo tratar con el gobierno sino también trabajar con los clientes para informarles sobre los diferentes sistemas y trabajar a través de diferentes situaciones, por ejemplo, almacenamiento a corto y largo plazo”
Según Morris, hay una profunda sensación de frustración entre los puertos por dos razones.
«Primero, el negocio normal de la regulación y la formulación de políticas se ha paralizado esencialmente, lo que significa que las cosas cotidianas como las licencias de eliminación de dragado y el compromiso con la Organización de Gestión Marina y la gente en Defra están estancados mientras todos se preparan [para Brexit ] dentro de su propia organización o ha sido adscrito a otras organizaciones”, indicó Morris.
La gestión de políticas que deberían salir de la visión Marítima 2050, está paralizada. A través de este trabajo suspendido se buscaba generar un importante desarrollo de infraestructura portuaria y el uso de la tierra alrededor de los puertos. El Departamento de Transporte se enfoca por el momento en los preparativos de Brexit.
Varios puertos tienen una segunda frustración, afirmó Morris, como consecuencia del fuerte enfoque de Brexit en ro-ro acompañado y el Puerto de Dover en particular.
«Si bien nadie debatiría que Dover tiene una combinación única de factores de riesgo en una situación de» no acuerdo «y es un puerto importante, el enfoque único de la preparación del gobierno y la atención de los medios ha sido una fuente de frustración significativa, no solo para puertos de carga general / contenedores, pero también otros puertos que manejan cantidades importantes de actividad ro-ro”
El impacto en Rotterdam el mayor puerto de Europa
Por los muelles del puerto de Rotterdam pasa el 8% del comercio de la UE con el Reino Unido: unos 40 millones de toneladas anuales de productos. La salida de Reino Unido de la UE originará un aumento de las tarifas de importación de bienes, y con ellas, que conllevará a una caída de hasta el 40% del comercio entre ambas partes, consignó EL PAÍS.
El puerto perdería entre un 2% un 4% de sus operaciones a largo plazo, según las estimaciones.
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